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Julio Londoño Paredes Columna Semana

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El epílogo político del campeonato mundial

A la sombra del campeonato de fútbol se dieron hechos políticos importantes para algunos Estados.

23 de diciembre de 2022

Ha llegado a su final el campeonato mundial del fútbol. Un millón de personas asistieron, tres millones lo siguieron por televisión, decenas de jefes de Estado y de altos funcionarios estuvieron presentes. Las conocidas corruptelas de Catar, sus violaciones a los derechos humanos, su discriminación contra la mujer y su apoyo a grupos terroristas quedaron atrás. Ahora espera ser sede de los Juegos Olímpicos. De pronto lo logra.

Mientras se jugaban las semifinales en los fastuosos estadios en Doha, la vicepresidenta del parlamento europeo Eva Kaili era destituida y procesada por recibir sobornos de Catar. Pero no hay problema, con el fútbol todo se olvida.

Algunos periodistas acreditados para el campeonato se dedicaron a hablar sobre las delicias de la comida árabe y la calidad de los restaurantes en Catar. ¡Viva el emir, jeque Abdullah bin Hamad bin Khalifa Al Thani!

Con el triunfo, en Argentina las protestas por la condena a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la angustia por la inflación galopante se diluyeron. Ante Messi, el libertador general José de San Martín ha pasado a segundo plano. Vamos a ver cuántas estatuas le erigen.

El mundo miró hacia los países del África subsahariana no solamente como potencias futboleras. En el epílogo del campeonato, el presidente Biden, que tenía olvidados a los africanos, se reunió con cincuenta mandatarios de los países de Organización de la Unidad Africana y afirmó que apoyaría la inclusión de la Organización en el poderoso Grupo G-20, al que pertenecen México, Brasil y Argentina, pero no Colombia.

El equipo de Marruecos dio una demostración de pundonor y de amor por su país, que pocos sabían dónde quedaba. Hasta 1956, estuvo bajo el coloniaje de Francia y España, dos de sus rivales en el campeonato. Todavía España tiene el control de los enclaves de Ceuta y Melilla en territorio marroquí. La gente creía que ese tipo de colonias se había terminado, pero existen en los cuatro puntos cardinales, empezando por el Caribe.

El desempeño del equipo seguramente contribuirá a fortalecer la posición marroquí, en el caso del Sahara occidental, sobre el cual tanto los Estados Unidos como España hicieron un giro a favor de Marruecos. Argelia y los saharauis, con los que Colombia reestableció recientemente las relaciones, no deben estar muy contentos.

En medio de ese alboroto, no trascendió la visita que hizo a Arabia Saudita el presidente de China, XI Jinping. Un evidente desafío a los Estados Unidos, no solo por parte del mandatario chino, sino especialmente por el príncipe heredero Mahammed Bin Salam. No obstante que las autoridades norteamericanas recientemente afirmaron que gozaría de inmunidad en el territorio de los Estados Unidos, a pesar de estar acusado del asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.

Así, los chinos dieron un paso más hacia el Medio Oriente y África, mientras que Arabia Saudita avanzó en su política de dejar de ser aliado incondicional de Washington.

Entre tanto, las cotidianas noticias sobre la invasión rusa a Ucrania pasaron a un segundo plano y mientras que avanza el invierno, varios países europeos empiezan a aburrirse de un conflicto que consideran ajeno.

De pronto si el presidente Belisario Betancur hubiera aceptado que Colombia fuera la sede del Campeonato Mundial de 1986, como se lo pidieron, nuestro país sería otro.

(*) Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la Universidad del Rosario.

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