Home

Opinión

Artículo

El plan C

Las Farc pueden hacer mucho daño, pero no pueden tomarse el poder. Por eso esta no es una ‘guerra’ sino una matazón que podría prolongarse indefinidamente

Semana
20 de agosto de 2001

Parece inverosImil pero es cierto: con Pastrana no hubo “proceso de paz”; hubo un largo forcejeo en torno a la zona de distensión.

Es más: el modelo Pastrana quedó enterrado bajo las Torres Gemelas; es lo que a Andrés le explicaron esta semana en Washington.

Así que nos quedan dos opciones. Una —la más probable—es acabar el diálogo y esperar otros 100.000 muertos para volver a negociar. Otra —la deseable— es colombianizar el proceso y relanzarlo sobre bases nuevas.

Explico mi primera afirmación. Las Farc pueden hacer mucho daño, pero no pueden tomarse el poder. Y como no hay peligro de revolución, los políticos no tienen por qué tomar en serio a la guerrilla. Por eso jamás se han discutido —ni mucho menos se han pactado— las reformas. Por eso esta no es una “guerra” sino una matazón que podría alargarse eternamente.

El modelo Pastrana vino pues de Washington. Puesto que sacar la coca de Perú y Bolivia era trastearla para “Farc-Colombia”, Clinton tomó en serio a la guerrilla. Su idea, en dos palabras, era esta: garrote con los helicópteros, zanahoria con decirle a Andrés que hablara de reformas con Marulanda.

Pero la pequeña historia tiene el vicio de enredar la gran historia. Andrés no tenía idea de cuáles eran las reformas y Marulanda tampoco; así que, campesino al fin y al cabo, pidió un pedazo de tierra donde el Ejército no entrara a molestarlo. Y mientras tanto ‘Grannobles’ asesinó a los tres gringos y abortó el diálogo de las Farc con la DEA.

Quedamos con los helicópteros y con la zona, pero sin la sustancia y sin la agenda. En estas desperdiciamos los tres primeros años de Pastrana, y en estas nos agarró el 11 de septiembre. Con lo cual paso a mi segunda afirmación: gordo, hinchado y con paperas.

Gordo, ya dije, por lo de ‘Grannobles’. Hinchado, porque Bush le ganó a Gore. Paperas porque, peor que narcos, ahora son terroristas. Powell lo advirtió varias veces: las Farc, el ELN y las AUC figuran en la lista. Kissinger avanzó otra puntada: “Acabemos los santuarios de Afganistán y Colombia”. Y la señora Patterson ha venido concretando: “Mi gobierno está muy preocupado por el uso de la zona de distensión como base para actos terroristas”, expresó ante Fenalco; y al otro día remató con lo de la extradición, que equivale —o casi, casi— a prohibirle a Andrés que siga conversando.

Así que, por su pasos contados, el círculo está a punto de cerrarse. De un lado empujan las Fuerzas Armadas, que en el último round impusieron el control periférico y aéreo sobre la zona de despeje. Del otro lado empuja Marulanda, cuya carta-ultimátum de este jueves dejó a Pastrana sin cuento que contarle a míster Bush.

Y así llego a mi tercera afirmación. Con los gringos en pie de guerra, con un Ejército que no ve salida política (ni tiene porqué verla), con una guerrilla que no concede nada ni entiende nada, es probable que Pastrana vuelva de Washington con la idea de contestarle a Marulanda que le acepta el desafío de “terminar el acuerdo Gobierno-Farc-EP”. Y es probable que este anuncio lo resucite en las encuestas, porque el país está harto de la brutalidad y la soberbia de las Farc.

Es lo probable: 100.000 muertos más. Lo deseable sería otra cosa:

—Admitir honestamente que el proceso nació mal. La zona de distensión no es lo mismo que la paz. Ni siquiera es condición para la paz. De hecho ha sido un estorbo para la paz. Por eso, independientemente de que el despeje se mantenga o se levante, debería acordarse el traslado de las negociaciones al exterior —como en todos los casos de éxito—.

—Destapar las cartas con Estados Unidos. Sustitución de cultivos en Cartagena del Chairá —y en los cinco municipios del Caguán—. Ruptura inmediata y verificable de los lazos con el terrorismo “global” —o sea, el que amenaza directamente a gringos y europeos—. Agenda y cronograma creíbles de negociación, reformas y desmovilización... Después de todo, Bush preferiría ahorrarse otra guerra, como hizo con el IRA y está tratando de hacer con Israel.

—Mediación de la ONU. Reemplazo de Jan Egeland. Ampliación del mandato para que el sucesor pueda formular propuestas y vigilar lo pactado. Acuerdos mínimos de acatamiento al DIH...

¿Iluso? Pues a veces lo probable es tan horrible que lo deseable se hace menos improbable.

Noticias Destacadas