
Opinión
En el Caribe, Venezuela a la vista. ¿Y en el Pacífico?
La acción contra una lancha en el Caribe puede marcar un cambio de rumbo de EE. UU. en la región.
El “ataque letal” en el Caribe Oriental contra una embarcación procedente de Venezuela, con un cargamento de droga, en la que perecieron once miembros del Clan del Golfo, es ante todo una escalada en la presión de Trump contra Maduro y su camarilla. Según el secretario Rubio, fue el mandatario norteamericano el que dio la orden de destruir la lancha.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, completó diciendo que Maduro es el cabecilla de un narcoestado y preguntó si el mandatario venezolano quiere o no seguir siendo un narcotraficante.
No se conocen las coordenadas del sitio donde se efectuó la acción, posiblemente fue en la zona económica de algún Estado; existe la posibilidad de que haya sido en la de Colombia en el Caribe Oriental.
El Gobierno de Venezuela, naturalmente el más interesado, no ha cambiado su versión de que la acción fue un montaje con inteligencia artificial.
Han salido todo tipo de diagnósticos y de críticas dentro y fuera de Estados Unidos, incluyendo la de Juan González, el principal asesor de Biden para el hemisferio occidental, quien lideró las negociaciones con Maduro para que este celebrara unas elecciones presidenciales libres y que respetara el mandato de las urnas.
Las acciones de interdicción en el Caribe se vienen realizando, no solamente por Estados Unidos, sino por otros Estados en el marco de la Operación Orión, que la Armada de Colombia ha liderado.
Todo parecería indicar que Trump está asumiendo una nueva actitud, no solo con Maduro, sino también con el narcotráfico. De acuerdo con sus propias declaraciones, parece que el procedimiento que utilizó, lo repetirá. Algo parecido a lo que hizo con los migrantes ilegales y que mucha gente no creyó cuando lo anunció siendo candidato.
Debe llevar a reflexión que la cocaína que va hacia Estados Unidos por el Caribe es en su mayoría colombiana y que, de ella, el 40 % sale de Colombia y de Venezuela.
En el Pacífico, la situación es incluso más preocupante. No solamente la droga es de origen colombiano, sino que el 50 % sale de nuestro país y del Ecuador, utilizando en ocasiones métodos sofisticados, como submarinos artesanales y semisumergibles, muy difíciles de detectar. De ahí la lucha entre los grupos armados en toda la costa pacífica, que se disputan las rutas.
Si Trump expresa que “está entrando a los Estados Unidos mucha droga desde Venezuela” no tardará en referirse también a Colombia.
La diferencia con Venezuela es que aquí las fuerzas militares y la policía nacional luchan arduamente contra el narcotráfico, hasta donde pueden, en medio de la “Paz Total”.