Carolina Arbeláez Columna Semana

Opinión

Feliz cumpleaños Bogotá

La Bogotá que soñamos se construye desde el corazón de cada persona que la habita, desde la solidaridad, desde el trabajo honesto y el respeto por lo público.

GoogleSiga nuestras columnas de opinión en Discover, el análisis de los expertos del país

Carolina Arbeláez
6 de agosto de 2025

Cada 6 de agosto, Bogotá celebra un nuevo año de existencia. Pero más que contar aniversarios desde 1538, este día nos invita a reconocer la historia de una ciudad que late con fuerza, que resiste con dignidad y que sueña en medio del caos.

La Bogotá que nos pertenece a todos no es solo la ciudad que nació oficialmente en el Chorro de Quevedo; es también la sabiduría ancestral de los muiscas, la fuerza de las madres cabeza de hogar, de esas cuidadoras invisibles que cada día se levantan a buscar el sustento de sus familias.

Es la creatividad de los emprendedores, la valentía del comerciante, el sacrificio de quienes cruzan la ciudad entera para llegar a su trabajo. Es la música de un buen bar en Chapinero, el viento frío que baja de los cerros, el calor humano de los barrios populares, la esperanza que se asoma en los ojos de los jóvenes que luchan por oportunidades.

Bogotá es imperfecta, sí: llena de contrastes y desigualdades, con una movilidad caótica, una inseguridad que duele y una pobreza silenciosa que se traduce en hambre. Como cualquier capital del mundo, Bogotá tiene problemas, pero también busca soluciones. Por eso, resulta incomprensible la indolencia y la mezquindad de un gobierno nacional que pareciera empecinado en frenar su desarrollo a toda costa, en cabeza de Gustavo Petro, que bien conoce sus necesidades.

Esta es una Bogotá que no se rinde, que sigue de pie, que avanza incluso en medio de las adversidades. Sueño con una ciudad sin hambre, donde se proteja a los niños y a las mujeres de la violencia, donde los adultos mayores puedan vivir con dignidad. Una ciudad con un sistema de transporte público digno y sostenible, una ciudad sin miedo.

Hoy Bogotá cumple 487 años. Es un buen momento para entender que, como ciudadanos, debemos unirnos para cuidar y defender lo que hemos construido durante décadas; que cada uno, desde su rol, desde su barrio, desde su causa, pueda aportar a la transformación que la ciudad necesita. La Bogotá que soñamos se construye desde el corazón de cada persona que la habita, desde la solidaridad, desde el trabajo honesto y el respeto por lo público.

Se construye también de la mano del tejido empresarial, que genera empleo y oportunidades. Bogotá somos todos y, por eso, quiero desearle felices 487 años a esta ciudad que, desde todas las regiones del país, se habita. Que este nuevo año te acerque a lo que mereces ser: una capital de oportunidades, de dignidad, de respeto. Una ciudad donde vivir no sea una carrera de obstáculos, sino una esperanza compartida que nos inspire a construir juntos un mejor futuro.

Noticias relacionadas

Noticias Destacadas