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Petroleaks

Tanto Borja como Ramírez fueron absueltos de la Farcpolítica. Sin embargo, sus nombres quedaron en el archivo de las agencias estadounidenses

Daniel Coronell, Daniel Coronell
20 de abril de 2019

Gustavo Petro le dijo a funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Colombia que no descartaba que dos congresistas, miembros del que era su partido en ese momento, tuvieran “lazos inapropiados” con las Farc. Petro no mencionó pruebas, no documentó su duda, ni hizo una afirmación concreta, simplemente dejó en el aire la sospecha contra sus copartidarios frente a diplomáticos norteamericanos. Los hechos ocurrieron en el año 2008 y están narrados en una comunicación de la embajada publicada por WikiLeaks.

El cable está fechado el martes 27 de mayo de 2008 a las 7 horas y 27 minutos de la noche. Recibieron copia de la sospecha expresada y no documentada por Petro, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Departamento de Justicia, el Departamento de Defensa y el Comando Sur de los Estados Unidos. Además de las embajadas de ese país en Bolivia, Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.

La comunicación viajó clasificada como confidencial por el consejero político de la misión diplomática John S. Creamer y está firmada con el apellido del embajador William Brownfield.

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El cable empieza contando que la Fiscalía General de la Nación ordenó una investigación contra nueve personas por presuntos vínculos con las Farc. Entre los investigados –siempre de acuerdo con la comunicación– había un ciudadano estadounidense, otros tres extranjeros, y la Fiscalía le pedía a la Corte Suprema investigar a tres legisladores colombianos.

Es aquí donde empieza la parte más interesante porque en el resumen de hechos, que encabeza el cable, está escrito que “El senador Gustavo Petro nos dijo que él no descarta la posibilidad de que algunos miembros del Polo Democrático mantengan vínculos inapropiados con las FARC”.

Más adelante, el cable menciona con nombre propio, entre otras personas, a los entonces congresistas Piedad Córdoba, del Partido Liberal, Wilson Borja y Gloría Inés Ramírez, estos dos últimos del Polo Democrático.

Tanto Borja como Ramírez fueron absueltos de la Farcpolítica. Sin embargo, sus nombres quedaron en el archivo de las agencias estadounidenses

En el punto 6 de la comunicación se afirma: “El senador del Polo Gustavo Petro, quien es opuesto a Borja y a Ramírez en las elecciones internas del Polo, no descarta la posibilidad de que los dos mantuvieran lazos inapropiados con las FARC”.

La última frase del cable señala que “si los dos estuvieran implicados en relaciones activas con las FARC, dijo Petro, eso dividiría al Polo”.

Si el senador Petro tenía en ese momento pruebas contra esos congresistas, su deber como funcionario público era presentarlas a las autoridades competentes. Y si no tenía esas pruebas, quizás el lugar apropiado para expresar sus dudas no era la Embajada de Estados Unidos.

Tanto Wilson Borja como Gloria Inés Ramírez fueron investigados y absueltos en el caso de la Farcpolítica. Sin embargo, sus nombres quedaron en el archivo de las agencias estadounidenses copiadas en la comunicación.

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El senador Petro, por esa época se esforzaba en presentarse en sus reuniones con los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos como el hombre moderado del Polo mientras caracterizaba a Carlos Gaviria –que fue toda la vida un profesor y un hombre de leyes– como el vocero de la extrema izquierda.

La embajada compró la tesis, sin embargo otro cable firmado por Brownfield en 2009 habla de Petro y Gaviria en estos términos: “Los dos son la noche y el día en estilo y en tácticas. Mientras Petro organiza debates grandilocuentes criticando al gobierno de Colombia en varios frentes, Gaviria habla de la importancia del ‘estado de derecho’ y la santidad de la Constitución de 1991. Petro cultiva vínculos públicos con el presidente de Venezuela Hugo Chávez y Gaviria se mantiene al margen”.

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A comienzos de Semana Santa, Gustavo Petro se dedicó a multiplicar un cable de WikiLeaks que cuenta que en 2009 “El candidato presidencial Sergio Fajardo nos dijo que no hay un frente unificado entre los cinco candidatos independientes y subrayó que no se unirá a ninguna alianza anti-Uribe”

La comunicación asegura que Fajardo decía que “mantiene buenas relaciones con el cercano asesor de Uribe, José Obdulio Gaviria. Sin embargo señaló que un acercamiento electoral Fajardo-Uribe es poco probable ya que Uribe no puede tolerar su insistencia en mantenerse independiente”.

A mi manera de ver es una expresión más de la reiterada frase de Fajardo según la cual no es “ni uribista, ni antiuribista”. Una expresión tibia, cómoda y reprochable para un aspirante presidencial pero no nueva, ni suficiente para deducir que Sergio Fajardo es un caballo de Troya de Uribe.

Como tampoco alcanzan los cables de Brownfield para concluir que Petro es un chivato.