Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

Sin entrega de armas no hay paz

Es atípico un proceso como el que actualmente se negocia con las FARC, donde nunca se acordaron las condiciones de dejación de armas.

Viviana Manrique
9 de mayo de 2013

El proceso de paz con las FARC empezó mal y por ello nos encontramos en medio de la incertidumbre en muchos temas. Para nadie es un secreto que las armas son el tema fundamental en un proceso de paz porque tienen un significado “simbólico, ideológico y sicológico”. Es atípico un proceso como el que actualmente se negocia con las FARC donde nunca se acordaron las condiciones de dejación y entrega de armas antes de iniciar el proceso.

Es necesario saber qué va a pasar con las armas que han tenido y tienen las FARC como grupo armado. Qué se ha pactado en La Habana respecto a la entrega y dejación de las armas. Por qué negociar sin una cesación unilateral del fuego. Muchos colombianos nos hemos preguntado por qué se inició el proceso y se ha continuado mientras las FARC siguen causando homicidios, secuestros, extorsiones, reclutamiento de menores y terrorismo.

Según las mejores prácticas internacionales, cualquier proceso de paz debe tener como primer paso el acuerdo entre las partes respecto a cómo, cuándo y dónde se entregan las armas. Al leer el acuerdo macro con las FARC y el gobierno colombiano encontramos en el punto 3 la “Dejación de armas” lo que no implica desarme, entrega, monitoreo, reutilización o destrucción, entre otros.

Es muy grave ver cómo se avanza mes a mes en las negociaciones de paz con debilidad e ineficiencia en el manejo de armas, cuando no hay condiciones de desarme-desmovilización y reinserción (DDR), tal y como lo plantea la ONU. Nos enfrentamos a una disponibilidad de armas que permitirían un rearme fácil si se rompen los acuerdos políticos, y a un aumento de la violencia al ser utilizadas por la delincuencia común u organizada.

Colombia no está empezando de cero en este tema: ya en el pasado se entregaron armas, por ejemplo con el M19 cuando se entregaron a la Internacional Socialista. Otros ejemplos, el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Movimiento Armado Quintin Lame (MAQL) o las AUC, entre otros. No es una novedad y de manera contraria deberíamos aprovechar nuestra experiencia al respecto.

Recordemos lo expresado por Manuel Marulanda durante el período de Belisario Betancur: “Nosotros pensamos que de todas maneras, haya la pacificación que haya, las armas las seguiremos manteniendo y vamos a organizar al pueblo en determinado momento en autodefensa popular y el pueblo tendrá esas armas para su defensa”. Esta es su ideología y siempre han sido coherentes con ella. Bajo la modalidad de “todas las formas de lucha”, las FARC buscan una participación política manteniendo simultáneamente su capacidad y lucha armada.

El gobierno nacional sería muy ingenuo si llega a creer que han cambiado su ideología. Por ello, sin una entrega real y efectiva de las armas, de la mano de un proceso de desmovilización, habrá un aumento de la violencia armada, fortalecimiento del narcotráfico con el que se sostienen las armas y nuevas rutas de tráfico de armas, entre otros efectos negativos.

*Directora Observatorio de Drogas Ilícitas y Armas de la Universidad del Rosario.
vivianamanriquezuluaga@gmail.com
@vmanriquezul

Noticias Destacadas