
Opinión
Viene el campeonato con toda su opulencia
Con el campeonato mundial de fútbol se avecina una tregua en la atención a las guerras y a las inundaciones.
La atención del mundo se orientará ahora hacia Qatar, en donde en pocos días se iniciará el campeonato mundial de futbol en el que Colombia, no obstante, la constelación de estrellas con que contaba no logró clasificar, luego de un angustioso proceso en el que periódicamente conservábamos la esperanza.
Menos mal que las esforzadas niñas de la selección colombiana sub-17 lograron el subcampeonato en la India, llevándose, sin embargo, el conocido “síndrome de la medalla de plata”, que es la frustración de no haber podido alcanzar la medalla de oro.
Qatar es un pequeño Estado, un poco más extenso que el departamento de Sucre, que ocupa una península de trascendental importancia estratégica en el Golfo Pérsico. Posee una inmensa riqueza petrolífera y gasífera y su producto interno bruto es el más alto del planeta.
Como se recordará, fue acusado de haber “comprado” la sede para el mundial, mediante el pago de sobornos a los dirigentes del futbol africano. Ha sido señalado por sus vecinos de auspiciador de grupos terroristas en su territorio y fuera de él.
En el caso sobre su delimitación marítima con su vecina Baréin, que se ventiló en la Corte Internacional de Justicia, se comentó que había sobornado a un conocido juez del tribunal. Aunque eso no se pudo comprobar, causó honda conmoción en los medios cercanos a la Corte. En ese mismo asunto, falsificó varios de los documentos que presentó para respaldar su posición. Jamás había sucedido semejante cosa.
No importa, ante la opulencia, todo vale y todo se olvida. Los estadios van a tener aire acondicionado y mil comodidades más. Los hoteles son como de cuentos de hadas y millares quieren ir para encontrar el país de las maravillas y con conocer la cueva de Ali-Babá.
Es el campeonato de la opulencia en momentos en que el que Ucrania y el mundo entero está afectado por la guerra. En el que países africanos están al borde de la hambruna por la falta de cereales para subsistir. En el que las lluvias constantes y los huracanes están destruyendo la infraestructura de muchos países, con centenares de muertos y millares que han visto sus hogares reducidos a escombros, incluso en nuestra propia patria.
No se sabe cuántos colombianos viajarán, pero deben ser muchos, aunque no juegue nuestra selección. Siempre habrá un equipo para hacerle barra. El problema es que muchas de las habitaciones a las que algunos pretender ir, están reservadas para los jeques y los emires. Es el reflejo de la situación que estamos viviendo, que todo parece indicar que continuará por mucho tiempo.
Seguramente durante el campeonato mundial, algunos gobiernos tratarán de “meter goles” a sus opiniones públicas. No habrá defensas ni porteros, porque estarán dedicados a seguir el campeonato.