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Opinión

Y Trump… sigue su marcha…

Todos los días aparecen nuevos hechos en la guerra de Trump contra los carteles venezolanos de la droga.

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Julio Londoño Paredes
5 de diciembre de 2025

Muchos en Estados Unidos, en América Latina, así como todos en Venezuela, esperan cuál y cuándo será el próximo paso de Trump para sacar a Maduro y a sus colaboradores del poder.

Como parte de esa estrategia se desarrolla una “guerra psicológica” que va desde la presencia de buques norteamericanos en el Caribe, hasta declaraciones públicas y la difusión de todo tipo de rumores y pronósticos. Todos los días se presentan nuevos hechos, como la desafiante referencia que hizo a Colombia Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Todo parece como una de esas telenovelas mexicanas que nunca terminan.

Para completar, sorpresivamente apareció en un periódico norteamericano una explosiva carta del exdirector de inteligencia militar de Venezuela, el general Hugo Carvajal, tal vez el más poderoso asesor de Chávez y Maduro, desde una cárcel en Estados Unidos.

Carvajal explica que estuvo involucrado hasta los tuétanos en la estrategia de Hugo Chávez, seguida por Nicolás Maduro, de utilizar la cocaína como arma; de colaborar con las Farc y el ELN; de enviar criminales a Estados Unidos, y de que la inteligencia venezolana, que él dirigía, así como la cubana, infiltraran instituciones norteamericanas.

Algo parecido a la Operación Mariel durante la administración Carter, en la que Fidel Castro envió a Estados Unidos todos los reclusos acusados de delitos comunes o los que padecían enfermedades infectocontagiosas.

Todo eso confirma, no solo lo afirmado por Trump para emprender la acción contra Maduro, sino lo que el mismo mandatario venezolano había señalado públicamente cuando se sentía invencible. Como se recordará, expresó que, en Colombia, incluso en la Presidencia de la República y en las fuerzas armadas, tenía informantes.

Aunque es imposible predecir cual será el epílogo de esta serie de misterio, si la flota norteamericana regresa a sus bases sin que Maduro y su combo hayan salido del poder, no solamente la imagen de Trump, sino la de su vicepresidente y la de sus secretarios Marco Rubio y Pete Hegseth —todos aspirantes a la Presidencia— se vería seriamente deteriorada. Ahora con mayor razón, después de hacerse pública la carta del general Carvajal.

Sin embargo, avanzando en conjeturas, no parecería lógico que Trump, a pesar de sus amenazas, pudiera emprender una acción, no solo contra Venezuela, sino contra Colombia o “cualquier otro país del que salgan drogas hacia los Estados Unidos”, léase México. No podría bombardear por turnos a Venezuela, a Colombia y a México, para no mencionar a otros países latinoamericanos.

Todo ello cuando aparecen en Estados Unidos severas críticas al secretario de Guerra por la muerte de sobrevivientes de un ataque norteamericano a una lancha que transportaba droga. Hegseth tomó discretamente distancia del incidente y transfirió la responsabilidad a los militares, que comienzan a sentirse preocupados por la posibilidad de ser posteriormente acusados ante los tribunales por crímenes de guerra.

Además, es poco probable que el mandatario norteamericano, que recorre el mundo solucionando conflictos y que aspira al Nobel de Paz, vaya a abrir un conflicto de resultados impredecibles en América Latina, en que los muertos no serían dos, sino miles.

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