GUILLERMO VALENCIA

Facebook y Google, los gigantes que temen ser regulados

Soplan vientos de regulación para ambas empresas. ¿Cómo se reinventarán en el marco de una guerra comercial con China?

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
11 de junio de 2019

Si quisiéramos encontrar al Leviatán de nuestro tiempo no lo hallaríamos en el Estado, ni en sus burocracias. El monstruo que buscamos habita en internet, entra en ‘smartphones’ y recopila la información personal de millones de personas con una velocidad nunca antes vista.

Serían varios los nombres de este Leviatán, podría ser Amazon, Appel, Tencent, Alibaba, Huawei, Facebook y Google. Estos dos últimos han alcanzado una mayor relevancia por su forma de captura de datos y por la posibilidad de haber aplicado prácticas monopólicas para mantenerse en la cima, lo cual ya ha llamado la atención de las autoridades de EE. UU.

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Como lo hemos mencionado en columnas anteriores, Facebook ha puesto al usuario como el producto de cambio, por lo que ha comprado a dos grandes empresas que millones de personas -no solo en EE. UU.- utilizan a diario: WhatsApp e Instagram.

Así mismo, como se ha mencionado en ‘Zucked’, libro escrito por Roger Mcnamee -uno de los primeros grandes inversores de esta compañía- la empresa de Zuckerberg ha hecho que Facebook use la psicología social para convertir en adictos a sus usuarios y así aumentar el tiempo que estos dedican a la plataforma.

Por su parte, Google captura los datos de sus millones de usuarios para exprimirlos al máximo a través de sus herramientas de publicidad y analítica, cuyos clientes son anunciantes y oferentes de servicios a nivel mundial.

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¿Por qué si ambos gigantes ya representan un peligro para las democracias no han sido regulados? La respuesta está en su enorme influencia en el Congreso de EE. UU., que según el Center for Responsive Politics, organización dedicada al monitoreo de las contribuciones políticas en ese país, ambas compañías invirtieron US$55 millones en lobby durante el 2018.

En efecto, ambas empresas temen verse afectadas con la implementación de leyes antimonopolio. Algo que ocurrió a comienzo de siglo XX con Standard Oil, que fue divida en varias empresas, las cuales siguen teniendo un gran peso en el mercado petrolero.

Saber cuál será el siguiente paso de estas empresas es difícil, pero se sabe que Facebook ha anunciado su interés por el mercado de criptomonedas, y sacará una propia este mes.

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No es posible saber cómo se reinventarán ambas empresas para afrontar un posible desmembramiento. Lo que es cierto es que mientras en EE. UU. se habla de transparencia en para estas empresas, en China el tema sigue siendo opaco y en el marco de una guerra comercial y tecnológica, el ‘capitalismo de vigilancia’ de los leviatanes de EE. UU. tendrá un duro camino que recorrer para estar a la altura de los nuevos retos.