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Aroma de gol

Quién es Sergio Galván Rey, el ídolo del Once Caldas y de Manizales, el goleador argentino que se ha vuelto tan colombiano como el café.

15 de junio de 2003

A los grandes goleadores los distingue una cualidad. Aparecen en el momento justo, cuando el equipo más lo necesita, con esa sangre fría que hace ver fácil lo difícil. Y el domingo 8 de junio, en el estadio Palogrande de Manizales, Sergio Galván Rey volvió a decir presente, y lo hizo cuando su equipo más lo necesitaba. Marcó el gol decisivo ante el Junior, el que le permitió al Once Caldas proclamarse campeón del fútbol colombiano 53 años después de que el ya desaparecido Deportes Caldas le diera una satisfacción similar a los fanáticos de esta ciudad. "El mejor premio es ver a tanta gente feliz", dijo Galván.

Este jugador, nacido en el interior de Argentina, muy lejos del esplendor del gran Buenos Aires y de sus equipos, se aficionó al fútbol a los 6 años y cuando cumplió 14 comenzó su carrera profesional en el Concepción FC, en su natal Tucumán. Empezó en la sexta división del club y tres años después llegó al primer equipo.

Duró un par de años ahí y luego pasó a la reserva de Boca Juniors, donde estuvo un semestre antes de regresar a Tucumán. Fue entonces cuando surgió la opción de ir a Manizales, ciudad a la que llegó en 1996, cuando ya había cumplido 22 años.

El primer año no fue fácil pero Galván afirma que "saqué lo mejor de todas las dificultades". Al comienzo se le cruzó la idea de pasar a un equipo de más pergaminos, como el América, pero desde hace mucho tiempo que la idea le dejó de parecer atractiva. "He generado un fuerte sentimiento de pertenencia con la ciudad y con la región. Lo más bonito de mi relación con el Once es que hemos ido de la mano creciendo juntos. Hemos vivido cosas que han marcado a este equipo y a esta afición".

Haber logrado este título es una meta que lo llena de orgullo. Pero tiene otros retos por delante. Espera superar la barrera de los 200 goles en el fútbol colombiano y afirma que uno de los récords que quiere romper es el de anotar el mayor número de goles con una sola camiseta. Antony de Avila hizo 177 con el América y él ya ha marcado 154 en siete años, un rendimiento con el cual aspira a alcanzar al 'Pipa' antes de finalizar el año.

Los trámites para obtener la nacionalidad colombiana ya están adelantados y la idea de jugar en la selección lo seduce. "Sería un orgullo vestir la camiseta de Colombia. Este país me abrió las puertas, acá conocí a la mujer de mi vida y sería una manera de decir gracias y sentirme como un colombiano más".

Pronto será papá, pues su esposa, Marcela Villegas, tiene dos meses y medio de embarazo. Se considera una persona casera, aunque también le gusta viajar, conocer lugares y gente.

El 'rey del gol', como lo llaman los comentaristas, está seguro de que una vez se retire su residencia estará entre Concepción y Manizales, entre la tierra que lo vio nacer y crecer y la ciudad que lo adoptó como a un hijo y que hoy lo proclama como su gran héroe