Home

Perfil

Artículo

Un ángel muy inquieto

Para Angel Beccassino no hay crisis que valga. Publicista, escritor, fotógrafo, periodista y músico, su próximo proyecto es realizar en Bogotá la I Bienal de Amor & Extasis.

25 de septiembre de 2000

Si Angel Beccassino hubiera vivido en la Edad Media habría sido juglar. Como le tocó vivir en la era de las telecomunicaciones terminó siendo un todero, aunque su principal vocación ha sido la de nómada. Y gracias a ella este argentino, que nació en 1948 pero que luce como un treintañero, ha sabido relacionarse con gentes de lugares muy diversos del planeta y con ellos ha hecho realidad gran parte de sus ideas, que se transforman en performances, campañas publicitarias, programas de radio, comics, fotoinstalaciones, reportajes periodísticos, libros, discos... Lo importante para él es moverse todo el tiempo. “Desde que se cayó el muro este planeta se volvió la estupidez absoluta. Nos ha tocado vivir tiempos espantosos y por eso trato de construir espacios para divertirme”.

Nació a orillas del río Paraná, se crió en la inmensa soledad de la Patagonia y cuando se instaló en Buenos Aires se decidió por la filosofía y la economía, no sin antes haber hecho algunos pinitos en música y fotografía. A los 22 años publicó su primer libro, El sol quieto, o la importancia del agua en la navegación, en el que escribió la frase: “Dios está en todas partes. Entonces debe ser una Coca Cola”. Un publicista que leyó el libro lo buscó y lo contrató como copy en su agencia. “Me encantó la idea por dos motivos. Por un lado, me acercaba al mundo de las modelos. Por el otro, la publicidad era un espacio cercano al cine y a la fotografía”. Desde entonces la publicidad le ha servido para financiar sus proyectos. “Al principio trabajaba unos meses, ahorraba algo de plata y salía de viaje, sin itinerarios preestablecidos, para ver qué ocurría y qué encontraba en cada lugar”. Esos excedentes financieros los utiliza también para publicar libros y discos que les regala a sus amigos y a gentes dispuestas a recibir sus propuestas.

Beccassino llegó a Colombia por primera vez en 1973, cuando manejaba la imagen de la aerolínea Braniff para América Latina. “Me hice una idea muy especial de Bogotá porque siempre que venía hacía sol. Pero una vez tuve que estarme varios días en plena temporada de lluvias y me tomó 10 años volver a tomarle cariño a la ciudad”.

En 1980 ahorró lo suficiente para establecerse dos años en Calcuta, y allí, junto con la cantante Rita Roberts y Rada Kanta Nandy (intérprete de ‘tabla’, un instrumento de percusión de la India) inició su carrera como músico al frente de una banda itinerante de varios países denominada la Banda Dispersa de la Madre Selva.

En 1986 un incidente judicial lo obligó a establecerse en Colombia. Unas fotografías que tomó con una modelo desnuda en la catedral de sal de Zipaquirá provocaron un escándalo muy grande. Estuvo detenido y lo sometieron a un largo proceso judicial que le impedía salir del país. “Colombia siempre me gustó porque tuve química con la gente y pude moverme en escenarios muy diversos. El mundo empresarial, los guerrilleros, aquí he podido hacer de todo un poco y me han comido cuento”.

En noviembre, junto con Guillermo Solarte y Sergio González, organizará en Bogotá la I Bienal de Amor & Extasis, “cinco días en estrecha relación con los cinco sentidos y sus derivados”, entre ellos deseo, seducción, beso, pasión, cuerpo, baile, erotismo y un largo etcétera. Una vez más Beccassino les demostrará a los colombianos que la mejor manera de asumir una crisis como la que sufre el país no es bajar los brazos sino más bien propiciar transgresiones creativas.