Entrevista

“Petro es un estafador de la política”: Everth Bustamante, exintegrante del M-19, publica un libro donde desmiente al presidente sobre su paso por la guerrilla

El exsenador Everth Bustamante, quien fue miembro de la Dirección Nacional del M-19, publica un libro en el que desmiente lo que ha dicho el presidente Petro sobre su paso por esa guerrilla. Revela un grave episodio de los años noventa.

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Yesid Lancheros

Yesid Lancheros

Director General Editorial

22 de noviembre de 2025, 7:07 a. m.
Everth Bustamante Gustavo Petro
20/11/2025
“Petro no tuvo ningún rol significativo en la historia del M-19”, dice Everth Bustamante. | Foto: SAMANTHA CHAVÉZ - SEMANA / PRESIDENCIA

SEMANA: Acaba de publicar el libro Rebeldía, armas y democracia. ¿De qué trata?

EVERTH BUSTAMANTE: Está motivado en dejar una memoria a las generaciones menores de 50 años que realmente no tuvieron la oportunidad de conocer con objetividad la historia que se vivió en Colombia. Por ejemplo, hay que señalar que el origen del M-19 es democrático, no marxista-leninista. Farc y el ELN siguen ocasionando muertes, vinculando niños, como todos lo sabemos, al conflicto, y secuestrando. Hay una diferencia de fondo. El M-19 nació a raíz de una discusión que tuvo el país por las elecciones del 19 de abril de 1970, entre Gustavo Rojas Pinilla y Misael Pastrana Borrero. Un fraude que me tocó vivirlo directamente. Desde ese momento cambió el rumbo de mi vida porque me vinculé a la Anapo y después, con otros compañeros, a la Anapo Socialista y al M-19.

SEMANA: Hace pocos días se conmemoraron los 40 años del holocausto del Palacio de Justicia. ¿Se equivocó el M-19 en esa toma?

E.B.: Es una tragedia que no ha debido suceder nunca en la historia de Colombia. Fue una grave equivocación. La más grave equivocación del M-19 fue haber incursionado en el Palacio de Justicia. Tal vez lo único que tenía solidez institucional en ese momento era, justamente, la Justicia. Y, por tanto, fue una grave equivocación de quienes diseñaron, prepararon y participaron en esa operación. Para mí fue terriblemente doloroso porque algunos de mis profesores del Externado murieron en el Palacio. El doctor Alfonso Reyes Echandía; el doctor Manuel Gaona Cruz, que fue mi profesor de derecho constitucional; el doctor Carlos Medellín, que era mi presidente de tesis; el doctor Fabio Calderón, que era mi profesor de derecho penal. Y murieron varios de mis compañeros, entre ellos Andrés Almarales. Si yo hubiera tenido conocimiento, yo hubiera hecho todo lo imposible por impedir que se hiciera esa operación.

 “Petro no tuvo ningún rol significativo en la historia del M-19”, dice Everth Bustamante.
Everth Bustamante dice que la toma del Palacio de Justicia, hace 40 años, es una tragedia que no debió suceder. | Foto: SAMANTHA CHAVÉZ - SEMANA

SEMANA: ¿Usted estuvo enterado de la toma?

E.B.: No. Yo estaba en Panamá y tenía la responsabilidad de la relación del M-19 con los gobiernos en varias partes del mundo. Dos o tres días antes de la toma, recibí una llamada de Gerardo Quevedo, que era miembro del M-19 y le decíamos Pedro Pacho. Y él me dijo: “Hombre, va a haber una cosa muy importante y es necesario que alerten a los gobiernos para que nos ayuden porque va a haber nuevas posibilidades de una negociación de paz”. Eso fue todo. Cuando sucede el hecho, entiendo que fue la peor opción que se escogió, haber incursionado en el Palacio de Justicia. Eso fue sumamente grave para el país.

SEMANA: En el libro, usted entra en detalle sobre el presidente Petro y su pasado en el M-19. ¿Qué rol tuvo Petro en esa guerrilla?

E.B.: Petro ha sido una tragedia peor que el Palacio de Justicia para el país. Una tragedia terrible porque ha dañado la institucionalidad, ha generado desconfianza, ha confundido al país, ha dañado las relaciones internacionales. Y hay que decirlo con mucha claridad: Petro no fue un hombre significativo, fue un hombre anodino en la historia del M-19. Ni en los hechos de la guerra ni en los hechos de la paz fue un hombre importante. No hay un solo documento en la historia del M-19 que represente una contribución de Petro. Lo más importante en el caso del M-19 no fue tanto su guerra, esa fue su tragedia. Lo más importante fue que contribuyó a la paz, y esa paz desembocó en la adopción de un nuevo contrato social que es la carta constitucional de 1991. No hay que olvidar que, dos años antes de ese hecho, el M-19 había secuestrado a Álvaro Gómez Hurtado. Y es justamente en el contexto de ese reencuentro donde Álvaro Gómez Hurtado con Antonio Navarro Wolff y Horacio Serpa conducen la Asamblea Nacional Constituyente, que tiene un gran mensaje histórico para la nación y es el de la reconciliación nacional. Y ahí es donde este Gobierno ha pecado en materia grave porque el presidente Petro ha querido volver a la confrontación, al odio, a la contradicción, sin ninguna posibilidad de diálogo, tratando a todos los opositores políticos, entre ellos en mi caso personal, diciendo que somos paramilitares, asesinos, narcotraficantes. Es un efecto histórico que daña un gran proceso que fue el reencuentro alrededor de la paz y de la reconstrucción del país a partir de 1991.

Everth Bustamante
Everth Bustamante asegura que Gustavo Petro ha mentido en su niñez, en su juventud y en la edad adulta. | Foto: SAMANTHA CHAVÉZ - SEMANA

SEMANA: En su libro, usted dice que no es verdad que Petro haya convencido a Carlos Pizarro, el entonces máximo comandante del M-19, de ponerle fin a la guerra…

E.B.: Petro ha mentido en su niñez, en su juventud, en su edad adulta y ahora, que está entrando en su edad ya mayor, sigue mintiendo. Es un grave faltante que tiene el presidente en su formación personal. La principal herramienta que él utilizó para llegar al poder fue la mentira. Con eso, engañó a 11.300.000 colombianos, quienes tenían una expectativa de cambio, y los llevó al fracaso. Este es el Gobierno del fracaso. Es una persona que tiene unas características personales que lo hacen muy oportunista en el manejo de la historia. Él se considera una persona que es depositaria de todo el conocimiento y que, por tanto, nadie está por encima de él en materia de análisis político, de propuestas de orden político. Este país necesita muchos cambios, pero se perdió una gran oportunidad. Por eso digo que es un gran fracaso del cual tenemos que aprender todos. Tiene que aprender la oposición. Del fracaso del Gobierno de Petro tiene que aprender la dirigencia política tradicional. Tienen que aprender los nuevos líderes porque este país sí necesita cerrar brechas. Pero lo grave de Petro es que ilusionó a una gran mayoría de colombianos y no les cumplió. Y eso genera una nueva decepción colectiva.

SEMANA: Entonces, ¿cuál fue el papel de Petro en el M-19? Usted era una persona que integraba la Dirección Nacional y tenía a su cargo el manejo de las relaciones internacionales…

E.B.: Petro no tuvo ningún rol significativo en la historia del M-19. Otra cosa es que él haya utilizado abusivamente ciertos símbolos que permitieron una identificación en ese periodo del M-19, como la espada de Bolívar, como la bandera. Él, en lugar de enarbolar la bandera tricolor de todos los colombianos, siempre saca la bandera del M-19. Eso es totalmente antihistórico. Sacar la espada de Bolívar es una actitud de amenaza contra los colombianos. El M-19 devolvió la espada porque es un símbolo de unidad nacional. Pero Petro la desenvaina para amenazar. Uno no encuentra, ni en el plano programático ni en el plano filosófico, una propuesta sólida en el pensamiento de Petro. Lo que logra Petro es arrastrar la historia del M-19 a lo peor en el escenario actual de la política colombiana. Eso es muy doloroso para nosotros, los que fuimos fundadores del M-19.

SEMANA: ¿Qué siente cuando Petro se muestra a favor de que se ondee la bandera del M-19 o de desenvainar la espada de Bolívar?

E.B.: Siento que es la actitud de un estafador. En el centro de Bogotá hay unos personajes que juegan a la bolita para estafar a la gente. Petro saca la espada de Bolívar y la bandera para engañar, para buscar tener credibilidad histórica en las generaciones menores de 50 años. Es un estafador de la política. Esa es la verdadera esencia de Petro. Y a mí me duele profundamente. Él no ha entendido el papel de la reconciliación. Él me trata justamente de que soy turbayista porque sí interpreté el significado, el espíritu de la conciliación. Mi relación, por ejemplo, con Álvaro Uribe se da en ese contexto porque firmamos un acuerdo de paz. ¿Con quién se entiende uno cuando firma un acuerdo de paz? Pues con el contrario. Es con quien uno se tiene que entender.

SEMANA: En el libro, usted recuerda que, en un consejo de ministros, Petro comparó a Armando Benedetti con Jaime Bateman, uno de los fundadores del M-19. Petro dice que lo conoció, pero usted señala que eso es mentira…

E.B.: No lo conoció. Nunca tuvo una circunstancia que le permitiera eso. Primero, porque Petro estuvo en el año 87-88 en un grupo de simpatizantes, y después buscó el apoyo de los dirigentes liberales y conservadores de Zipaquirá para que lo nombraran personero y luego concejal. Él, en su libro, confiesa que no estaba de acuerdo con el M-19 y nunca tuvo oportunidad de acercarse a Jaime Bateman. Sin embargo, miente en un consejo de ministros. Compara a Benedetti, un símbolo cuestionado, con Bateman, que era un gran líder, claro, de la lucha armada y la lucha guerrillera, pero no un líder de la corrupción ni un líder en contra de los intereses populares. Cosas como esas son sumamente graves.

El libro de Everth Bustamante. | Foto: SAMANTHA CHAVÉZ - SEMANA

SEMANA: Usted conoció a Petro, pero también ha sido muy cercano al expresidente Álvaro Uribe. ¿Cuál es la diferencia entre los dos?

E.B.: Petro es un hombre autoritario, es “el Estado soy yo”, es absolutista. Le duele la inteligencia de los otros. Cree que él es el único depositario de la inteligencia y esos son los síntomas de un dictadorzuelo. En cambio, Álvaro Uribe es un hombre demócrata. Fui funcionario de Uribe, como director de Coldeportes, entre 2006 y 2010, y el presidente nunca me dijo: “Nombre a tal persona”. Me dejó desarrollar las iniciativas para el deporte, como efectivamente ocurrió, por ejemplo, el plan nacional del deporte que adoptamos en 2008 fue el más exitoso del deporte colombiano. Yo he encontrado un camino de reconciliación, de entendimiento con los contrarios. Por eso no tengo ninguna dificultad frente a los otros expresidentes. Al presidente Gaviria, al presidente Pastrana, al presidente Iván Duque, que ha sido un gran líder de la juventud política colombiana. A Duque le tocó lidiar con el momento más difícil, la pandemia, y la sorteó con éxito. Eso hay que reconocerlo. Mientras tanto, Petro lo que hacía, con la primera línea, era sabotear la gestión humanitaria. Esas son las diferencias. Petro se quedó en los años setenta, en los ochenta, que eran los de la confrontación. De ahí el peligro para Colombia. Por eso ha debilitado la fuerza pública, ha afectado la economía. Lo que está sucediendo en Ecopetrol es sumamente grave.

SEMANA: ¿Petro traicionó el pensamiento del M-19?

E.B.: Totalmente.

SEMANA: ¿Por qué?

E.B.: Él no toma los referentes fundamentales del M-19. Toma los de la época prehistórica del M-19, que fue la confrontación violenta. Él se queda en ese momento y no asume los avances que son planteados con motivo del acuerdo de paz y la Constitución que garantizan el espíritu de reconciliación entre todos los colombianos. Petro, efectivamente, traiciona el legado, el pensamiento del M-19.

Everth Bustamante
Everth Bustamante dice que la capacidad de engaño de Petro le da un margen de maniobra. | Foto: SAMANTHA CHAVÉZ - SEMANA

SEMANA: En una parte de su libro, usted recuerda un episodio de 1993, cuando Petro era representante a la Cámara. ¿Qué pasó? ¿Qué presenció?

E.B.: En esa época, Petro era representante a la Cámara por la Alianza Democrática M-19 y yo era senador por el mismo movimiento. Un día llegó uno de los escoltas a mi casa un sábado y me dijo: “Senador, estoy en una situación muy delicada. El representante Petro está en una situación incontrolable en su apartamento”. Él vivía en la carrera octava con calles 59-60, en un pequeño apartamento. Y yo vine y encontré a su esposa de esa época con un arma dispuesta a matarlo porque había llegado en unas condiciones totalmente deplorables frente a sus hijos y en compañías como las que denunció Álvaro Leyva en el caso de París. Desde el punto de vista personal, eso fue lo que más me decepcionó de Petro. Eso indica que no hay principios, no hay ética, no hay respeto por la familia. Tal vez por eso fue que él dijo, respecto de otro hijo, que no lo había criado porque no tiene responsabilidad frente a la familia, y ese es un elemento fundamental de la sociedad. Ese fue uno de los episodios que más me llevó a distanciarme de Petro.

SEMANA: ¿Qué opciones ve de que el petrismo continúe en el poder en 2026?

E.B.: Pues la capacidad de engaño le da un cierto margen de maniobra. Todavía lo tiene. Hay colombianos que siguen creyendo en la mentira. Lamentablemente es así. En los estratos 1, 2 y 3, diría que el 85 por ciento no ha recibido ningún resultado de cambio en su situación. Aquí tenemos que hacer el esfuerzo entre los colombianos para salir adelante y no para un periodo. Nos toca hacer un acuerdo por 30 años, como mínimo, que establezca o ponga las luces altas sobre el futuro del país donde quepamos todos, no únicamente el discurso excluyente de Petro. Él es el directo responsable, como lo es también de sus trinos. Esto hay que decirlo: con sus provocaciones se volvió el determinante del asesinato de Miguel Uribe Turbay. No hay sino que leer los 47 trinos que escribió contra Miguel y, obviamente, lo puso en manos de los criminales. Él tiene esa responsabilidad y es una deuda que tiene con el país.

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