Salud
Lo que podría cambiarlo todo en la lucha contra la alopecia: la sorprendente pista de un estudio reciente
Una investigación dermatológica reveló que el jugo de cebolla logró estimular el crecimiento del cabello en la mayoría de los pacientes con alopecia areata, un resultado que sorprende incluso a los especialistas.
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Un estudio publicado en The Journal of Dermatology demostró que la aplicación de jugo de cebolla dos veces al día favoreció la recuperación capilar en el 87 % de los pacientes con alopecia areata, un hallazgo que reactiva la discusión sobre el potencial terapéutico de este remedio natural.
¿A qué se refieren los nuevos estudios sobre la alopecia?
Un nuevo estudio ha despertado esperanzas en quienes padecen alopecia areata. Tras décadas relegada a remedios caseros, la cebolla podría ofrecer un apoyo real para estimular el crecimiento del cabello.
La investigación, publicada en The Journal of Dermatology y recogida por medios como El Nuevo Día, midió los efectos del jugo de cebolla aplicado directamente en el cuero cabelludo de personas con esta condición autoinmune.
Durante ocho semanas, un grupo de participantes se aplicó jugo de cebolla dos veces al día, mientras otro grupo solo usó agua. Los resultados fueron sorprendentes: en apenas dos semanas, muchos de los que usaban la cebolla empezaron a observar brotes de cabello; al finalizar el estudio, el 87 % de ese grupo había recuperado el vello en las zonas afectadas, frente al 13 % del grupo control.
Los científicos atribuyen ese efecto a componentes naturales presentes en la cebolla, como el azufre, flavonoides y antioxidantes. Estas sustancias podrían fortalecer los folículos al mejorar la circulación sanguínea, reducir inflamación y promover la síntesis de queratina, la proteína clave del cabello.

Lo que dicen los expertos
Según lo que se dice en El Nuevo Día, los expertos advierten que estos hallazgos, aunque alentadores, no deben interpretarse como una panacea. Los dermatólogos consultados por la nota insisten en que la cebolla no es una “cura definitiva” para todos los tipos de alopecia, y subrayan la necesidad de ensayos clínicos más amplios y controlados para confirmar su eficacia.
Aun así, este estudio abre una puerta prometedora hacia un enfoque natural y accesible para quienes han buscado alternativas no farmacológicas. Más allá de la alopecia areata, el tipo estudiado, los investigadores consideran que podría explorarse su uso en otras formas de pérdida de cabello, como la alopecia androgenética.
Para quienes luchan con la caída capilar, el mensaje es esperanzador: la ciencia comienza a respaldar lo que durante generaciones fue un remedio casero. Pero mientras esa promesa madura, los especialistas recomiendan mantener un enfoque integral: combinar buenos hábitos alimenticios, control del estrés y, si es necesario, tratamientos médicos personalizados, siempre bajo la guía de un dermatólogo.

