Sierra Nevada: el coronavirus llenó de miedo a los pueblos ancestrales

La muerte del coronavirus acecha sin misericordia. Todas las muertes duelen profundamente, pero hay unas que dejan un vacío irreperable en cientos de personas. Eso sucedió la semana pasada en el pueblo kogui, cuando el virus se llevó a José de los Santos Sauna Limaco, el gobernador de la comunidad. La muerte del líder indígena, de 44 años, se produjo lejos de su tierra en la más absoluta soledad en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica del Prado, en Santa Marta.  Un helicoptero tuvo que ir por él y trasladarlo desde esas montañas paradisiacas hasta la capital del Magdalena. 

Vea el programa sobre la muerte del gobernador de la Sierra

Su fallecimiento generó miedo e incertidumbre en las cuatro comunidades que habitan esta zona del país. Danilo Villafañe, líder arhuaco, le contó al programa ‘Al Ataque‘ el enorme vacío y la preocupación que generó esta muerte en la Sierra Nevada. Lo que vivieron, según él, generó "solidaridad entre los diferentes pueblos y también preocupación. No solo para los koguis y los arhuacos sino también los  wiwas y kankuanos. Todos estamos en riesgo de ser víctimas de este virus".

Villafañe, quien es uno de los hombres que mejor conoce su tierra y el embajador de esta ante el mundo, manifestó que en las comunidades hay controles en distintos puntos para evitar la entrada de foráneos, sin embargo, en otros no los hay y los pueblos indígenas han quedado expuestos a ese mal. "Aun estando aislado hay cierta interacción. Alguien sube para que el gobernador firme un documento. Es difícil tener un aislamiento absoluto", sostuvo.

El líder arhuaco señaló que es necesario  “generar el cerco epidemiológico” en la zona.  Agregó que también es importante que haya espacios de la Sierra Nevada en los que pueda existir acceso a Internet frente a eventuales problemas de salud de miembros de las comunidades.  “Nosotros vivimos dispersos. Ahí se necesitaría contar con servicios de comunicación”, dijo.

Adicionalmente, afirmó que están muy preocupados de que se contagien las personas de mayor edad. "Los más vulnerables son los viejitos. Ellos son los portadores de los conocimientos. Eso genera mayor preocupación en nosotros”, expresó.

En relación sobre el uso de tapabocas, una medida clave para evitar la propagación del contagio del coronavirus, señaló que es difícil de implementarlo por sus tradiciones. "Es muy complicado distribuir esos tapabocas. Somos bastantes, hay una dispersión tremenda (…) lo veo difícultoso de implementar en nuestras comunidades”, sostuvo.

"Lo más fácil sería que se evitara todo tipo de interacción entre familias y comunitaria. Por eso creo que se necesita la colaboración de la Fuerza Aérea para transporte para subir y comunicar las medidas que se están tomando", subrayó.

Villafañe señaló además ha habido un poco de indiferencia frente el virus entre algunos líderes. "Por un lado, creo que había indiferencia de muchos líderes. La mayoría de personas tiende a creer que el problema no lo va a tocar. Esa indiferencia puede ser desastrosa”, indicó.

El virus no solo se lleva la vida de los indígenas, sino que le da un golpe al corazón a sus más sagradas costumbres. Por ejemplo, la disposición de que los fallecidos con covid-19 o con sospechas deben sean cremados, es impensable en esa comunidad. “Eso cambiaría todas las costumbres”, afirmó.

El gobernador que el virus se llevó 

José De los Santos se había convertido en los últimos años en una de las voces autorizadas de la comunidad, debido a su lucha y trabajo incansable por el respeto del territorio y del conocimiento tradicional del pueblo Kogui Malayo Arhuaco. Y sus firmes posiciones frente al desarrollo descontrolado de proyectos mineros, turísticos y de infraestructura.

Otros líderes de la región consideran el trabajo de José De los Santos como invaluable para crear los lazos entre distintas entidades para la conservación de la Sierra Nevada de Santa Marta.

La Confederación Indígena Tyarona lamento la muerte y expresó su solidaridad con el pueblo Kogui y todas las familias a quienes la pandemia les ha arrebatado seres queridos.

Atanasio Moscote Gil, gobernador Kogui del Magdalena, desde el sector de Palmor en la Sierra Nevada, envió condolencias a la familia de José De los Santos y pidió a las autoridades, especialmente al presidente Iván Duque, ayuda en estos momentos en que el coronavirus llega a las familias indígenas del país.

A comienzos de año, el gobernador había advertido, a través de una carta enviada al gobierno nacional, del riesgo que podían correr las comunidades nativas si no se tomaban las medidas necesarias para evitar la propagación del coronavirus en la Sierra.

Personajes de diferentes áreas del paísy múltiples organizaciones, como el expresidente Juan Manuel Santos y el músico Carlos Vives, han expresado en redes sociales su tristeza por el fallecimiento de José De los Santos. Por su parte, los miembros de la  Organización Indígena de Colombia (Onic) lamentaron el hecho y expresaron su unión “al lamento de la Sierra Nevada ante la partida a Chundwa de este guerrero Kogui”.

De los Santos, según la mitología Kogui, inició su viaje hacia la Pachá Mama. Porque para ellos, dice el antropólogo austríaco Gerardo Reichel-Dolmatoff, “la muerte no es vista como un acontecimiento trágico sino como un logro de la vida, el funeral dura unas dos horas y se celebra sin oraciones ni cantos, lo que puede parecer sencillo, pero en realidad, es un rito de cosmificación”. En otras palabras, es considerada una metáfora del período de gestación, pero en la dirección opuesta, un regreso al vientre de la Madre Tierra.