| Foto: Archivo SEMANA

NACIÓN

Familia de menor violada por militares pide que el Estado no los abandone

Felicinda, hermana de la niña indígena violada en Risaralda, denuncia que a la menor de edad no la han ayudado y que las autoridades han estado al margen del caso.

26 de junio de 2020

El caso de una menor de edad indígena que fue violada por un grupo de soldados del Ejército Nacional tiene conmocionado al país. Han sido cientos las voces que se han alzado manifestando el rechazo hacia este episodio. Desde el presidente de la república hasta los ciudadanos del común, el repudio frente a este acto ha sido notorio. De la mano de lo anterior, el Gobierno nacional, en conjunto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y las diferentes autoridades, han anunciado el acompañamiento a la familia de la menor y los esfuerzos que han sumado para mitigar este suceso.  

En la tarde del viernes se adelantó un plantón al frente del batallón San Mateo de Pereira, a donde pertenecían los militares que abusaron de la niña embera, allí la comunidad pedía justicia para que el caso de la menor no quede impune, pues, a pesar de que los autores materiales ya se declararon culpables, todavía son muchas las dudas que rondan el caso. Ana María Durán, activista y periodista en formación, dijo que salieron a marchar para rechazar la actuación de los militares. "Pidiéndole justicia al Ejército para la niña indígena. Ha venido la comunidad embera chamí y otras comunidades para alzar la voz de protesta". 

Durán explicó que hubo una audiencia en la Fiscalía, por lo que la menor permanece en Pereira con su hermana. "Que ellos paguen, porque tienen que pagar", dijo la periodista. Además, denunció el abandono total por parte de la Gobernación de Risaralda para la niña indígena y su hermana. "Tuvo que ir la Alcaldía de Pereira a recibirlas, algo que no les correspondía a ellos como autoridad". Frente al estado actual de la menor, Durán señaló que "se siente muy abrumada, muy triste. Muy golpeada psicológicamente y con mucho dolor en su corazón".

Por su parte, Felicinda, la hermana de la menor que fue violentada, pidió ayuda. "Necesitamos ayuda. La Gobernación no nos han ayudado en nada. Somos pobres, mis hijos están aguantando hambre", dijo. Frente a la actuación de las autoridades locales, afirmó que "ninguno ha venido. La niña está muy mal. Muy triste, le marcó la vida para siempre a la niña". 

Respecto a las actuaciones adelantadas por la Fiscalía, dijo no estar de acuerdo. "No estoy de acuerdo. Necesito que se haga justicia. Ellos no pueden quedar así sueltos, porque si van a seguir sueltos, ellos van a seguir haciendo las cosas que le hicieron a mi hermana también. A otras mujeres, a otras niñas les van a hacer lo mismo. Eso no queremos. Si el Gobierno quiere esas cosas entonces pues diga eso. Pero nosotros no queremos esas cosas". "No nos sentimos protegidas. Nosotras nos estábamos sintiendo muy solas y estamos solas en este momento y necesitamos que alguien nos ayude", señaló Felicinda. 

Durán señaló que a pesar de los anuncios de la Gobernación sobre el apoyo a la niña, es la hora en la que la ayuda debe ser tanto para la niña como para su entorno familiar. "Con estos hechos estamos revictimizando a la niña. Ella tiene que sufrir un daño psicológico y el olvido del Estado, que en todas partes el presidente de la república dice que tiene que castigar esto con todo el peso de la ley pero lo que le estamos pidiendo es que en verdad lo haga".