Ciencia
Sincronía de 3I/Atlas con Júpiter intensificó la advertencia de Loeb: la humanidad podría vivir “una experiencia aterradora”
La eventual presencia de tecnología no humana en el sistema solar volvió a entrar en discusión tras el análisis más reciente del científico Loeb.
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La trayectoria del objeto interestelar 3I/Atlas volvió a colocarse en el centro del debate científico luego de que Avi Loeb, reconocido por su trabajo al frente del proyecto Galileo, asegurara que el cuerpo presenta un conjunto de comportamientos que no encajan con lo esperado para un fragmento natural.
En su más reciente investigación, Loeb planteó un escenario hipotético que ha generado atención internacional, la posibilidad de que 3I/Atlas fuera una nave nodriza diseñada para sembrar en Júpiter dispositivos tecnológicos.
Ese entorno, conocido por los científicos como radio de Hill, actúa como una especie de “zona de control” en la que un objeto puede mantenerse relativamente estable sin requerir grandes maniobras.
El experto señala que las proyecciones apuntan a una fecha exacta, el 16 de marzo de 2026, día en el que 3I/Atlas pasaría muy cerca del gigante gaseoso.
¿Interés en Júpiter y no en la Tierra?
Loeb afirma que si la aproximación se cumple como indican los cálculos, no sería descabellado considerar que Júpiter podría resultar más atractivo para una civilización avanzada que nuestro propio planeta.
Esto lleva la hipótesis aún más lejos: si en algún momento se detectaran instrumentos tecnológicos en los alrededores del planeta que no hayan sido enviados desde la Tierra, sería una señal poderosa de que alguien más está prestando atención a esa región del sistema solar.

En contraste, la ausencia de dispositivos similares en las inmediaciones terrestres podría interpretarse como un desinterés hacia nuestra especie, una idea que Loeb reconoce que podría resultar desalentadora.
Se intensifica la advertencia de Loeb: ¿la humanidad estaría preparada?
El punto que más preocupa al astrofísico no es solo la procedencia del objeto, sino el escenario en el que 3I/Atlas fuese realmente algún tipo de embarcación interestelar.
En una reciente conversación con SEMANA, Loeb advirtió que una nave de ese tipo podría liberar pequeños artefactos dirigidos hacia la Tierra, con la posibilidad de que algunos no fueran amistosos.
Frente a una tecnología muy superior, señaló, la humanidad podría encontrarse en una posición extremadamente vulnerable.
“Quizá no seamos capaces de enfrentarnos a tecnologías que superen las nuestras y sería una experiencia aterradora, similar a ir a una cita a ciegas cuando la otra persona es un asesino en serie”.

Aun así, Loeb sostiene que un evento de este tipo también podría activar un cambio profundo en las prioridades del planeta, en su visión:
“Primero tendremos que defender la Tierra, porque podría haber una amenaza potencial de tecnología alienígena, así que decidiremos colocar una serie de interceptores que nos alerten sobre objetos que se acercan y que potencialmente los desvíen y nos protejan”, señaló.
El astrofísico también considera que un contacto de este nivel podría motivar a la humanidad a aventurarse más allá del vecindario solar.
“Lo veo como una oportunidad para inspirarnos, para cooperar entre nosotros en lugar de estar en conflicto y, además de defender la Tierra, explorar el espacio”.
Incluso visualiza una nave que deje el sistema solar como testimonio duradero de la existencia humana, un recordatorio que podría persistir durante miles de millones de años.

