Ayuno intermitente
El ayuno intermitente ofrece beneficios para la salud, pero no está indicado para todas las personas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SALUD

Ayuno intermitente: ¿cuáles son sus beneficios y contraindicaciones?

Esta práctica puede ser beneficiosa para la salud, pero no está indicada para todas las personas.

1 de diciembre de 2021

El ayuno intermitente implica abstenerse total o parcialmente de comer durante un tiempo determinado, antes de volver a ingerir alimento de forma regular.

Algunos estudios sugieren que esta forma de comer puede ofrecer beneficios como la pérdida de peso, una mejor salud y longevidad. Cada persona experimenta el ayuno intermitente a su propia manera, y los diferentes estilos se adaptan a distintas personas, indica el portal especializado Healthline. Sin embargo, no todas las personas pueden realizar este tipo de prácticas, pues existen algunas contraindicaciones.

Algunos de los tipos de ayuno, según los expertos, son: el de días alternos en el que la persona consume una dieta normal un día y ayuna completamente o hace una pequeña comida al día siguiente.

Healthline plantea algunos beneficios que pueden tener este tipo de ayunos.

1. Pérdida de peso: muchas personas hacen el ayuno intermitente para perder de peso y, en general, éste hará que se consuman menos calorías. Además, este ayuno mejora la función hormonal para facilitar la quema de grasa. Una revisión científica de 2014 concluyó que el ayuno intermitente puede causar una pérdida de peso del 3 % al 8 % entre tres y 24 semanas.

2. Resistencia a la insulina: el ayuno intermitente ha demostrado tener mayores beneficios para la resistencia a la insulina y causar una importante reducción de los niveles de azúcar en la sangre. Investigaciones científicas han demostrado que estas formas de ayuno pueden ser muy beneficiosas para las personas que están en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, asegura el mencionado sitio web.

3. Estrés oxidativo: este estrés involucra moléculas inestables llamadas radicales libres que reaccionan con otras moléculas importantes, como la proteína y el ADN, y las dañan. Varios estudios muestran que el ayuno intermitente puede mejorar la resistencia del cuerpo a este estrés, a la vez que puede combatir la inflamación.

5. Reparación celular: cuando una persona ayuna, las células del cuerpo inician un proceso celular de “eliminación de residuos” llamado autofagia. Esto implica que, con el tiempo, las células se descomponen y metabolizan las proteínas rotas y disfuncionales que se acumulan dentro de las células. El aumento de la autofagia puede proteger contra enfermedades como el cáncer y los padecimientos neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.

6. Prevenir el cáncer. Esta enfermedad se caracteriza por el crecimiento descontrolado de las células. Se ha demostrado que el ayuno tiene varios efectos beneficiosos en el metabolismo que pueden reducir el riesgo de cáncer. La evidencia de los estudios en animales indica que el ayuno intermitente o las dietas que imitan el ayuno pueden ayudar a prevenir el cáncer, hallazgos que han sido similares en los humanos, aunque se necesitan más estudios.

Contraindicaciones

Estos ayunos pueden tener efectos beneficiosos para la salud, pero no son para todas las personas. Por ejemplo, enfermedades o padecimientos como anorexia o algún otro trastorno de la alimentación, hipertiroidismo no controlado, demencia e insuficiencia cerebrovascular avanzada, insuficiencia renal o hepática avanzada y embarazo y lactancia, están contraindicados.

Según la Clinica Mayo, saltarse las comidas tampoco puede ser favorable para quien tiene cálculos renales, reflujo gastroesofágico, diabetes u otros problemas médicos.

También, según el portal Cuerpo Mente, dependiendo del ayuno que se decida hacer, existen varios efectos secundarios que pueden tener las personas y suelen ser normales en la mayoría de los casos: dolores de cabeza o migrañas, hipoglucemias leves, cambios en los niveles de electrolitos, calambres musculares, dolor agudo en la espalda, retención de líquidos y cambios en los patrones de sueño.

Para evaluar si los síntomas que se tienen son normales o no, se necesita supervisión médica; sobre todo en el caso de algunas enfermedades donde hay que ajustar medicamentos, dicen los expertos.