Esta es una postal del Día Internacional del Yoga, en Nueva Delhi, India. | Foto: CHANDAN KHANNA / AFP

SALUD

Yoga para el dolor: respire mejor y sufra menos

La relajación que producen las distintas técnicas de respiración de yoga ayuda a controlar los dolores producidos por muchas enfermedades.

1 de julio de 2016

El yoga es una práctica milenaria cuyos beneficios para la salud física, mental y espiritual son bien conocidos. Cada día este ejercicio es más buscado por aquellas personas que necesitan encontrar una respuesta o una salida a las complicaciones cotidianas, o aliviar los dolores de una difícil enfermedad.  “Muchos pacientes pasan tanto dolor sin saber que tienen la solución en sus manos, simplemente manejando la respiración”, afirma la instructora de yoga terapéutico, especializada en yoga para pacientes con cáncer, Lucía Plata.

Precisamente esa es la clave en este asunto, pues cuando se aprende a respirar mejor, el cuerpo se llena de relajación. “Cuando manejamos nuestra respiración, podemos tener control sobre el cuerpo, la mente e inclusive el dolor. Cualquier pensamiento que pase sobre el cerebro afecta al cuerpo y la idea es que el paciente esté empoderado y relajado”, asegura Plata.

El yoga terapéutico es un tipo de yoga que busca adaptar el ejercicio a la condición del paciente en el momento. Se trabajan las necesidades específicas para que el afectado, a través del movimiento lento, vuelva a sentirse empoderado de su cuerpo y se sienta con la fuerza para sacar adelante su enfermedad.

En el caso de los pacientes que están intentando sobrellevar un cáncer, esta práctica es cada día más recomendada para paliar los efectos de las terapias oncológicas. Un artículo publicado por el Journal of Clinical Oncology avaló los beneficios del yoga durante la etapa de tratamiento de pacientes con cáncer de mama, al encontrar que con su práctica se mejoró la salud en general de las participantes, así como su estado de ánimo. Además se disminuyeron trastornos digestivos y del sueño.

“El propósito de la terapia es que el paciente no se desactive durante el proceso de su enfermedad, que muchas veces lo obliga al sedentarismo y así surgen otros problemas  cardiovasculares o complicaciones en el aparato esquelético”, explica Plata y añade que mientras el paciente se mantenga activo durante su proceso, el efecto de las terapias será más llevadero.

En tratamientos como la quimioterapia, que son altamente tóxicos y dejan al cuerpo muy debilitado, el yoga puede ser un aliado para la eliminación de toxinas y mejorar síntomas como la fatiga, las náuseas y el vómito. Por otro lado, también ayuda a mejorar la circulación, lo cual es muy favorable para mantener los órganos vitales funcionando óptimamente. También fortalece el sistema inmunológico, que queda tan debilitado tras una sesión de quimio o radioterapia.

Pero los beneficios van más allá de los físicos, pues está demostrado que la relajación producida por una buena respiración es una herramienta efectiva para disminuir el estrés y la ansiedad. “Los pacientes en yoga terapeútico son más tranquilos y entienden el proceso que están viviendo. La persona está menos confusa, duerme mejor, tiene menos dolor a través de cosas simples como el manejo de la respiración”, concluye Plata.