La inmunoterapia consiste en estimular el sistema inmune para que ataque el cáncer. | Foto: SEMANA

Cáncer

Cómo la medicina de precisión está cambiando el tratamiento de cáncer

Varios estudios mostraron una tendencia a tratar a los pacientes con cáncer en primera línea con inmunoterapia y terapias objetivo. ¿Será el fin de la quimio?

4 de junio de 2019

Una vez más, en la más reciente edición de la reunión de la Asociación de Oncología Clínica (Asco) que se lleva a cabo en Chicago, los expertos mostraron la importancia de la medicina de precisión para atacar este mal. En tres estudios diferentes presentados hoy una cosa quedó clara y es que algunas inmunoterapias están mostrando ser efectivas como tratamiento inicial para ciertos tipos de cáncer.Estamos empezando a ver que la inmunoterapia se está moviendo más y más en muchas de estas enfermedades hacia un tratamiento de primera línea”, dice el hematólogo oncólogo Richard Schilsky, vicepresidente del congreso.

El primer estudio que demuestra lo anterior fue hecho por un grupo de investigadores liderados por Edward B. Garon, de la Universidad de California, en Los Ángeles. El trabajo consistió en analizar en pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas una terapia inmunológica conocida como pembrolizumab. Luego de cinco años de seguimiento los expertos encontraron que la supervivencia general fue de 23 por ciento para aquellos pacientes que no habían recibido quimioterapia y de apenas 15 por ciento para aquellos que sí. Cabe destacar que los pacientes que más se beneficiaron con este medicamento fueron aquellos cuyos tumores expresaban un marcador conocido como PD1-L1.

La inmunoterapia consiste en estimular el sistema inmune para que ataque el cáncer. Esta línea de tratamiento se desarrolló hace un tiempo cuando los expertos descubrieron que el cáncer es capaz de bloquear ese sistema de defensa natural del organismo para poder crecer. Este medicamento actúa al unirse a una proteína en la superficie de los linfocitos T llamado PD-1. Este a su vez se une a otro conocido como PD-L1, y al hacerlo inhibe una respuesta inmunológica. El medicamento entonces bloquea el PD-1 con lo cual activa de nuevo el sistema inmune para atacar el cáncer.

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Los resultados representan una gran mejoría frente a lo que se veían antes de la invención de la inmunoterapia cuando solo cinco por ciento de los pacientes estaban vivos luego de cinco años. El trabajo, que fue publicado de manera simultánea en Journal of Oncology, es el que por más tiempo ha seguido a este tipo de pacientes con esta terapia. “Son drogas muy bien toleradas, que se toman vía oral, y pocos efectos secundarios”, dice David Graham, un experto que no estuvo involucrado en la investigación.

Un detalle interesante es que no todas las respuestas de estos pacientes fueron completas, es decir, que vivieron más con la presencia de la enfermedad lo que sugiere, según Schilsky, que se podría producir una simbiosis entre la enfermedad y el sistema inmune, en donde el paciente sobrevive sin que la enfermedad progrese, pero también sin que se cure. Sin embargo, según Garon, autor del estudio, “aún es temprano para asegurar esa hipótesis”.

El segundo estudio también analizó la misma molécula, pembrolizumab, pero esta vez en pacientes con cáncer gastroesofágico avanzado que expresaban también el marcador PD-L1 y no tenían el marcador HER2. En este estudio, el análisis mostró que al ofrecer a estos pacientes la inmunoterapia, los pacientes lograban una supervivencia general comparable con la quimioterapia estándar. Como en el otro trabajo, pembrolizumba benefició más a aquellos con tumores que expresaban el PD-L1. El estudio, liderado por Josep Tabernero, del Hospital Vall d´Hebron en Barcelona, muestra que la inmunoterapia de primera línea es “efectiva y podría brindar a los pacientes una nueva oportunidad”. Esto es importante porque podría reemplazar a la quimioterapia que tiene efectos secundarios incómodos, como náusea

El tercer estudio fue en pacientes pre menopáusicas con cáncer de seno avanzado positivo para HR y negativo para HER2. Para este estudio, realizado por un grupo internacional de expertos liderado por Sara Hurvitz, se analizó por primera vez la acción de dar en primera línea una molécula conocida como Ribociclib, que funciona como una terapia objetivo. Después de 42 meses de seguimiento, de aquellas mujeres que recibieron esta inmunoterapia además de tratamiento endocrino (para suprimir las hormonas), 70 por ciento estaban vivas, comparado con 46 por ciento de aquellas que solo recibieron el tratamiento endocrino.  Sobre esto Hurvitz señaló que “esta terapia ofrecida en primera línea prolongó de manera significativa la supervivencia general, lo cual es gran noticia para las mujeres con esta terrible enfermedad”.

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Estos tres estudios no solo muestran la tendencia de progresos de la medicina personalizada en el tratamiento del cáncer sino el progreso en términos de sobrevida que se está dando en muchos de estos tumores que antes no tenían un buen pronóstico.  Aunque la mayoría de expertos señala que aún es necesario tomar acciones que combinen estas terapias (inmunoterapia y quimio) es muy probable que en el futuro la quimio sea cosa del pasado. “Esta gente está sobreviviendo con estos nuevos medicamentos más de lo que antes se esperaba”, dice Shilsky. Y eso es buena noticia para todos.