Orina
El color de la orina advierte sobre el consumo de algunos alimentos o medicamentos, pero también de posibles enfermedades. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

¿Cuáles enfermedades se pueden detectar en la orina?

Un color inusual en la orina puede ser síntoma de una enfermedad.

17 de diciembre de 2022

La orina es la secreción líquida que se da después de que los riñones filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre, tal como explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, el color normal de la orina varía según la cantidad de agua que una persona consuma diariamente. Asimismo, los pigmentos y otros compuestos presentes en ciertos alimentos y medicamentos pueden cambiar el color de la orina. Sin embargo, un color inusual puede ser síntoma de alarma de una enfermedad.

Por ello, un análisis de orina es una prueba que a menudo se realiza para chequear si existe una infección de las vías urinarias, problemas renales o diabetes.

Dicho análisis de orina consiste en chequear:

  • El color.
  • El aspecto (si es clara o turbia).
  • El olor.
  • El nivel de acidez (pH).
  • Si hay sustancias que normalmente no estarían en la orina, como sangre, exceso de proteínas, glucosa, cetonas y bilirrubina.
  • Si existen células, cristales y cilindros urinarios (proteínas en forma de tubo).
  • Si presenta bacterias u otros gérmenes.

Colores de la orina

El color normal de la orina es amarillo paja, pero si está turbia, oscura o de color sangre, puede ser anormal.

Por tal razón, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación explicó los colores de orina anormales:

  • Orina de color rojo o rosa: Este color aunque puede ser alarmante, no es necesariamente grave y puede ser por la sangre, por factores como infecciones urinarias, agrandamiento de la próstata, tumores cancerosos y no cancerosos, quistes renales, carreras de larga distancia y cálculos en los riñones o en la vejiga. También puede originarse por el consumo de algunos alimentos como la remolacha, las zarzamoras y el ruibarbo. Asimismo, el color rojo o rosado puede ser generado por las antibióticos que se usan con frecuencia para tratar la tuberculosis o por un medicamento que calma el malestar en las vías urinarias o por los laxantes.
  • Orina de color naranja: Este color puede obedecer a medicamentos antiinflamatorios, algunos laxantes y ciertos medicamentos de quimioterapia. Además, en algunos casos, la orina de color naranja puede indicar un problema en el hígado o las vías biliares, especialmente si también hay heces de color claro. Asimismo, la deshidratación, que puede hacer que la orina se concentre y tenga un color mucho más intenso, puede provocar que la orina tome un color naranja.
  • Orina de color azul o verde: Este color puede generarse por algunos colorantes alimentarios de color brillante. También puede ser por varios medicamentos, como la amitriptilina, la indometacina y el propofol o por una afección como la hipercalcemia benigna hereditaria, que es un trastorno hereditario poco frecuente, que a veces se denomina ‘síndrome del pañal azul’, porque los niños con este trastorno tienen la orina de color azul.
  • Orina de color marrón oscuro o amarronado: Esta tonalidad puede darse por consumir grandes cantidades de habas, ruibarbo o aloe. Además, puede ser por medicamentos como antipalúdicos cloroquina y primaquina, los antibióticos metronidazol y nitrofurantoína, los laxantes que contienen cáscara sagrada o sena, y el relajante muscular metocarbamol. También puede ser por algunos trastornos del hígado y los riñones y algunas infecciones urinarias. Asimismo, puede ser por el ejercicio extremo, ya que las lesiones musculares causadas por ejercicios extremos pueden ocasionar daños renales.
  • Orina opaca o turbia: Esto puede ser por las infecciones de las vías urinarias y los cálculos renales que pueden provocar que la orina sea opaca o turbia.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.