Fotos de la semana 15 enero
Una mujer que usa una máscara protectora para ayudar a frenar la propagación del coronavirus camina por una galería comercial en el distrito Asakusa de Tokio el martes 12 de enero de 2021. La capital japonesa confirmó el lunes más de 970 nuevos casos de coronavirus. El primer ministro, Yoshihide Suga, declaró el estado de emergencia la semana pasada para Tokio y otras tres prefecturas para aumentar las defensas contra la propagación del coronavirus. Foto AP / Eugene Hoshiko | Foto: AP

Salud mental

¿Por qué son tan solos los japoneses? El país nombra ministro para atender la crisis de suicidios

El incremento en la tasa durante 2020, lleva al gobierno nipón a crear esta cartera.

23 de febrero de 2021

Japón se convierte en el segundo país en designar dentro de su gabinete un ministerio de la soledad. Es el segundo en hacerlo después de que en 2018 Reino Unido fuera la primera nación en dar este paso. Otros países como Australia han señalado en época electoral la temática como un asunto políticamente relevante.En cabeza del primer ministroJ

La finalidad de esta carterta es enfrentar la creciente tasa de suicidio, reducir la soledad y el aislamiento social principalmente entre las mujeres japonesas cuyos niveles de soledad han visto un incremento del 14,5 por ciento este año, frente a las cifras de 2019. Los adolescentes y niños han tenido un aumento del 30 por ciento respecto al año anterior. Estos dos segmentos de la población se han visto mayormente afectada por estas problemáticas.

Tetsushi Sakamoto, quien es además es el actual ministro de Natalidad y Revitalización Económica Regional, fue el funcionario elegido para esta tarea. Sakamoto tendrá que atender este fenómeno social, que desde hace bastante tiempo afecta a su país, y que se ha intensificado a causa de la pandemia, pues tal y como lo ha señalado el primer ministro Yoshihide Suga, “ha reducido las oportunidades para el contacto con las personas”.

Aunque las cifras señalan a algunos como los más vulnerables, lo cierto es que a causa de las medidas sociales para la prevención de la Covid-19, cada vez son más quienes se sienten aislados y solitarios.

Tal y como señalan diferentes estudios, la carencia de compañía puede acarrear consecuencias directas para la salud como afecciones mentales, alimentarias y hasta cardiacas. A esto se suma que la pandemia ha desatado una crisis en la salud mental de miles de personas por cuenta del distanciamiento social, el incremento en el desempleo, los altos niveles de ansiedad y la incertidumbre ante el futuro.

La Organización Mundial de la Salud también señaló en 2019 que la soledad se asocia con mayores cifras de padecimientos relacionados con presión arterial, alteraciones del sistema inmune y mayor riesgo de muerte prematura, también por motivos adyacentes como la depresión y el sedentarismo.

Tan solo en octubre del año pasado, Japón registró más de dos mil muertes por suicidio, mientras que el coronavirus ha ocasionado alrededor de mil ochocientos decesos desde que se declaró la emergencia sanitaria. Esto significó, de acuerdo a las cifras de la policía, un aumento en la tasa de suicidios que no se veía en este territorio desde hacía al menos once años.

“Espero promover actividades que eviten la soledad y el aislamiento social y protejan los lazos entre las personas”, dijo Sakamoto en la rueda de prensa en la que se anunció la creación del ministerio. Algunas de las razones para que allí se preste especial importancia al tema, son el síndrome conocido como “hikimori” y las llamadas muertes solitarias o kodokushi.

El primero es un fenómeno que se estudia allí desde la década de 1990, y que se refieren a personas que viven en aislamiento social por decisión propia desde hace años, por lo que se les considera como los ermitaños de la modernidad. El segundo es un término que hace referencia a quienes viven solos y mueren sin nadie a su lado.

El país asiático es uno de los pocos que manejan cifras actualizadas sobre suicidio, por lo que académicos que han investigado el fenómeno han señalado que las cifras de suicidio podría ser incluso más alta en otras naciones donde no se tiene un registro claro de lo que sucede.