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¿Por qué con Tinder y no con otra?

Aunque en Colombia las aplicaciones más utilizadas para conocer gente son Tinder, Grindr y Happn, la primera se lleva los honores por mil y un razones.

12 de junio de 2017

Ya es cuento viejo eso de que internet y el uso de aplicaciones móviles cambiaron todas las dinámicas de la vida. Pero sigue siendo una premisa cierta teniendo en cuenta que cada vez con más frecuencia los seres humanos usan un teléfono móvil para todo. Desde transportarse hasta pagar cuentas. Desde comer hasta escribir en un blog. Ahora, también, se necesita una app para conocer al posible amor de la vida.

En Colombia, según las cifras aportadas por la empresa de investigación de medios Kantar Ibope Media, para el cierre de 2016 un total de 13,4 millones de colombianos tenían un teléfono celular.

Tanto ellos como ellas descargan alguna aplicación de citas como Tinder, Happn, o Badoo. Las cifras son muy interesantes. Contrario a lo que cualquiera pensaría, la brecha entre mujeres y hombres es angosta: ellas invierten 2 horas mensuales buscando pareja, ellos invierten 1,5 horas al mes en la misma tarea. 

Pero esa diferencia mínima sí tiene una explicación. Según un estudio realizado por investigadores de la Queen Mary University of London, en  Reino Unido, descubrieron que, al menos en el caso de Tinder, las mujeres son mucho más selectivas que los hombres; ellos consiguen un "me gusta" en 0,6 por ciento de los casos y las mujeres lo logran en el 10,5 por ciento de las situaciones.

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Me enamoré en Tinder

Los casos de éxito o las historias de amor exitosas en Tinder son innumerables y en ocasiones son hasta increíbles. Según cifras de la empresa, a nivel mundial se hacen 1,6 billones de swipes -ese deslizamiento de dedo para darle like o rechazar a una mujer- equivalentes a 26 millones de matchs por día en 190 países; un total de 1,5 millones de citas son concretadas a la semana.

Por lo mismo, ya se podrá imaginar los muchos que salen con el cuento de "me enamoré en Tinder", personas que cuentan con orgullo cómo el amor los encontró a través de esa aplicación. Para el ejemplo un botón:

"Me llamo Nicolás y estaba recorriendo Australia con mi familia en una casa rodante durante un mes. No tenía el Tinder activado pero mi familia y yo llegamos a un punto en donde íbamos a parar durante 3 o 4 días. En línea estaba Eileen y en cuestión de segundos hicimos match. Le escribí: "Bueno, ando viajando con mi familia, estoy un poco cansado y quiero salir a tomar algo. Te invito pero nada formal". Ella me respondió, igual o más descomplicada: "¡Qué entretenido!

Fuimos a tomarnos unos tragos en un bar cerca a donde yo estaba y nos gustamos inmediatamente. Nos vimos al día siguiente y al siguiente. Una cita de 3 días. Pero nada más podía pasar. Al cuarto día, yo seguiría mi camino y después iría a Balí por dos semanas con mi familia. Así que ambos sabíamos que lo nuestro no tenía futuro. Nos dejamos de hablar. Estábamos a más de 10 horas de distancia.

Sin embargo, pasó el tiempo y yo le volví a escribir, algo esporádico, cada 20 días más o menos pero las condiciones cambiaron. Me tuve que devolver a Chile y ella se fue de vacaciones a Tailandia. Llegó noviembre y con el último mes del año llegó mi cumpleaños. Ese día recibi una llamada de ella para saludarme. Hablamos por un largo rato. La conversación fluyó tanto que terminamos repitiendo la misma dinámica durante todos los días de noviembre. En Navidad ya nos habíamos dicho que nos gustábamos y desde ese momento ella decidió venirse a Chile, mi tierra natal, para quedarse conmigo tanto como pudiera".

Desde el día uno de su llegada viven juntos y según él están locamente enamorados.

Casos así o más impactantes, con un tinte de cuento de hadas, se repiten a diario. Como el de Andrea, una colombiana a la que las amigas por molestar le abrieron Tinder y ahí un día hizo match con un español. Él le dijo que si quería ir a dónde él estaba tomando con unos amigos y ella, que al principio estaba decidida, nunca llegó. A última hora lo dejó metido porque pensó que tal vez esa era una experiencia demasiado novedosa para ella. Después pasó el tiempo y él le volvió a hablar.

Ella estaba rumbeando con unas amigas y le dijo que llegara al lugar. Bailaron toda la noche y ahorita siguen juntos. Viviendo la experiencia sin saber mucho qué pueda venir después. 

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La experiencia Tinder en Colombia

En Colombia  hay 8 millones de swipes cada día y al menos 500.000 mensajes enviados entre parejas que se han dado match mutuamente.

Además, los colombianos tienen sus propias formas de utilizar esta aplicación. Son reconocidos por enlazar siempre sus cuentas personales de Instagram; esta práctica aunque es realizada en toda América Latina en Colombia es donde más se lleva a cabo, en comparación con México, Argentina y Chile.

Dentro de esa población hay personas como Juliana que han tenido experiencias distintas. Desde sentirse engañada por descubrir perfiles falsos hasta ilusionarse con personajes que no solo le dan confianza porque encuentra amigos en común sino que según la descripción del perfil comparten varios gustos en común. Alguno podría haber sido su alma gemela. 

Sexo casual: mito y tabú

Hay gente que se descarga la aplicación porque quiere distraerse un rato. Pueden pasar horas mientras  se dedica a ver fotos de mujeres o hombres locales. Además, solo es necesario decir me gusta o no. Darle el visto bueno a un desconocido. Eso distrae, sí.

Pero hay otros que se descargan la aplicación buscando un poco de sexo casual. Ese tipo de encuentros físicos en los que la gente va a lo que va. No compromisos, no enamoramientos, sin espacio para un "hablamos mañana" o un "te quiero". En ese caso la aplicación solo serviría como un puente para dos personas que quieren un rato de placer.

Sin embargo, aunque hay casos de personas que buscan eso y en ocasiones lo consiguen, la aplicación no fue pensada para eso. El principio de Tinder es tener la oportunidad de conocer gente. Encuentros que de otra manera serían imposibles. Y ¡sí! Se valen todo tipo de relaciones: amistades, conocidos, noviazgos, amantes, compañeros de fiesta; pero el sexo no es el principio inspirador de esta aplicación.

De hecho, para algunas mujeres el hecho de pensar que Tinder es solo para tener sexo casual ha sido la razón principal para no descargarla, o demorarse en hacerlo. Es el caso de Lina, una bogotana de 22 años que después de que su novio costeño le terminó de la noche a la mañana, y con el ánimo de distraer la mente y darle tiempo al tiempo para recuperarse del dolor ocasionado se metió a Tinder por recomendación de sus amigas. "Conocí a varios. Un alemán, un gringo superbellos. Pero también había muchos que eran supersexuales. Me insinuaban cosas y me tocó bloquear a varios".

Ahora bien, hay que aceptarlo. El sexo ya no es un tabú. Según una encuesta científica del año pasado con título Los jugadores de las microcitas: objetivos individuales y de género según las aplicaciones para citas -de los investigadores Christopher J. Carpenter y Bree McEwan- las 3 razones por las cuales la gente se mete a este tipo de aplicaciones son: entretenimiento, tener citas y por buscar sexo.

Así es, el sexo es el top 3 de razones por las que la gente descarga una aplicación para conocer gente. Y es que Tinder, puede ser visto por muchos como un mercado de personas, como una ventana para exhibir o para comprar. Un espacio apropiado para crear estereotipos de la belleza y hacer de las personas un objeto de consumo. Basta con tener la aplicación y ver la cantidad de mujeres que buscan mostrar un poco de todo. Buscar la combinación de fotos en las que se vean atractivas, no necesariamente sensuales, y alguna frase como "...divertida, alegre y sociable". Pero también hay mujeres que prefieren poner fotos un poco más atrevidas y escribir que son políglotas y poner los idiomas que saben hablar.

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Usar Tinder como un profesional

Si bien Tinder parece ser efectivo por las cifras de citas concretadas a la semana es importante tener en cuenta que hay algunos tips para no fracasar en el intento.

-El perfil lo es todo: Es la primera impresión. Ponga las mejores fotos en su perfil. Tómese tiempo y escoja imágenes más bonitas y evocadoras. Tiene que parecer interesante y atrevido. Una mezcla extraña entre confiable y dispuesto a arriesgarlo todo. Trate de no poner mucho en su descripción; si las imágenes son buenas y las palabras son concretas seguro encontrará a varias personas interesadas en usted. Una cosa más, trate de aparecer en la foto; no es tan chévere cuando se está interesado en una persona y en su perfil aparece un gato o un paisaje. Creativo sí pero no sirve.

-Mucho swipe puede ayudar: Es solo una cuestión de probabilidad. Entre más likes dé a otros, puede ser que su número de matches también incremente. Ahora bien, no se vuelva una máquina dadora de likes, también sea selectivo. De lo contrario puede conseguir mucho match pero nada serio.

-Evite las fotos grupales: Nada más molesto que no saber cuál de todas las personas que aparecen en la foto es la dueña del perfil. Y por lo mismo es casi automático que uno descarte a esa persona. En este tipo de aplicaciones no se puede perder tiempo.

-No gafas, no selfis, no desnudos: La gente quiere ver su cara. De nada sirve si no se ven los ojos. No sea tímido, muéstrese como es pero trate de no tomarse selfis, la idea es que vean de usted un buen plano medio. Una foto en la que su cara ocupe toda el recuadro de la imágen no funciona; lo puede hacer ver ridículo. Por último, no pose desnudo o semidesnudo; eso hará que espante muy buenas oportunidades. Además lo puede hacer ver como un loco que lo único que quiere es sexo y ya quedó claro que Tinder no es para eso. Al menos, no tan directamente.

-Las citas en lugares públicos: Por su seguridad planee encontrarse con la persona en un sitio al aire libre o simplemente un lugar donde hayan muchas personas. Por más que quiera algo más romántico sea inteligente y recuerde que no es tan seguro estar a solas con un desconocido.

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¿Qué pasa con las otras aplicaciones?

Hay algunos aspectos que hacen que el efecto Tinder sea mucho más concreto y divertido. Su usabilidad en comparación de otras plataformas la hace resaltar por encima de  la competencia. Por ejemplo, "Happn", una aplicación que sí está pensada para buscar pareja, tiene un gran defecto y es que depende de la geolocalización y por lo tanto de qué tan cerca esté la persona que aparece en la pantalla principal de la aplicación. Eso hace difícil que se pueda escoger con quién seguir una conversación. La proximidad puede ser interesante pero a la vez puede ser muy frustrante. Además, la idea de generar un encuentro entre personas que acaban de pasar muy cerca una de la otra en la calle, puede ser bastante incómodo. 

Por otra parte, la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres hace del ‘juego‘ de conocer personas algo mucho más interesante. No hay tanto prejuicio y hombres y mujeres se pueden mostrar como en realidad son. Ese aspecto es totalmente distinto en "Adopta un man", otra de las aplicaciones para conocer pareja que se cataloga a sí misma como una boutique online para ellas de manera exclusiva. Los hombres son productos a la espera de una mujer misericordiosa que se digne a comprarlos; con todo lo que ellos han vendido de sí mismos. Ellos no pueden hablarles a ellas hasta que tengan autorización. Y aunque sea polémico esta aplicación asigna categorías para que las mujeres puedas mejorar su búsqueda a la hora de comprar al man de sus sueños. Pueden buscarlos o por ‘bigotudos‘, ‘churros‘, ‘macancanes‘ o ‘nerds‘. 

En Tinder, a menos de que sea un perfil falso, lo que usted ve es lo que hay. Todos compitiendo por un match, por un me gusta, por conocer a alguien para pasar un buen rato de diversión y, quién quita, lleguen a conocer al amor de sus vidas.