Los oncólogos deben aumentar el tiempo de espera cuando el tumor está en etapa de observación e informarle a los pacientes antes de someterlos a cualquier tratamiento. | Foto: Foto: INGIMAGE

SALUD

Tratamientos contra tumores: de doble riesgo

La detección temprana ha ayudado a salvar a millones de pacientes con cáncer. Pero a veces los agresivos tratamientos contra tumores que no implican mayor peligro, ponen en riesgo la calidad de vida del paciente.

20 de septiembre de 2014

Cuando a una persona le descubren un cáncer, lo primero que piensa es que tiene los días contados. Pero si bien la tasa de mortalidad de este mal sigue siendo una de las más altas, en los últimos años ha disminuido sustancialmente.  Los avances médicos han permitido detectar a tiempo las patologías y, de ese modo, han salvado más vidas. Sin embargo, no todas las lesiones cancerosas son letales y en esos casos el remedio puede causar más daño que la enfermedad. 

Esta situación ha generado un debate acalorado entre los oncólogos. En efecto, algunos de ellos consideran que el sobrediagnóstico de cáncer afecta negativamente la lucha contra este mal. Los especialistas usan ese término para referirse a lo que sucede cuando los médicos deciden tratar, como si fuera muy grave, una enfermedad que nunca causará síntomas o la muerte del paciente. Ello no solo atenta contra la calidad de vida sino que implica altos costos económicos para los sistemas de salud. “No estamos encontrando los cánceres más mortales sino otras lesiones menores que no deberían etiquetarse como tumores malignos”, señala Laura Esserman, cirujana de cáncer de seno de la Universidad de California, en San Francisco. 

Estudios recientes demuestran que varios tumores detectados temprano crecen muy lentamente, por lo cual es difícil que lleguen a ser fatales. “Todo depende del tipo. A mis pacientes les doy el ejemplo de los boxeadores. Unos son de peso pesado y otros de peso mosca, y si bien todos saben luchar, hay unos más agrsesivos que otros. Lo mismo sucede con los tumores”, explicó a SEMANA Carlos Castro, presidente de la Liga Colombiana contra el Cáncer. 

Según datos de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), el 90 por ciento de los tumores encontrados en tiroides y piel no son letales. Lo mismo sucede en el 60 por ciento de los casos de próstata, el 30 por ciento de seno y el 18 por ciento de pulmón. Pero aun así algunos pacientes prefieren someterse a cirugías, radioterapia y quimioterapia para evitar cualquier riesgo, sin tener en cuenta que son tratamientos muy agresivos que resultan innecesarios en dichos casos y producen efectos secundarios de por vida. El ejemplo más claro es la incontinencia o la impotencia en los casos de próstata. De hecho, se estima que el riesgo de muerte por este tipo de cáncer es inferior al 3 por ciento. 

Algunos expertos señalan que el uso del término cáncer para definir cualquier tipo de lesión o masa que encuentren es uno de los motivos por los cuales hay sobrediagnóstico. Por ejemplo, “hay seis o siete enfermedades distintas en las glándulas mamarias a las que llamamos genéricamente cáncer de seno”, afirma Castro. Pese a esto, hoy en día casi el 20 por ciento de las mujeres con tumores en etapa temprana en alguno de sus senos elige hacerse doble mastectomía, mientras que hace 15 años menos del 3 por ciento de las afectadas tomaba esa decisión tan delicada.

Aunque en la comunidad científica no hay un consenso general sobre este problema, incluso los más críticos aceptan que cuando atienden a sus pacientes se enfrentan a un gran dilema debido a que algunos seguramente no requieren el mismo tratamiento. Por eso es necesario “aumentar el tiempo de espera cuando el tumor está en etapa de observación e informarles a los pacientes”, dijo a SEMANA William C. Black, profesor de radiología del Centro Médico Hitchcock-Dartmouth, en New Hampshire, Estados Unidos.  
Castro dice que esta tendencia es más prevalente en países desarrollados y que en Colombia los casos son excepcionales. Sin embargo, afirma que no hay que ser ajeno a ella y que el oncólogo, el genetista y el propio paciente deben analizar cada caso con mucho cuidado. “El sobrediagnóstico es la nueva guerra contra el cáncer en el siglo XXI”, concluye Otis Brawley, director médico de la ACS.