Una brecha muy grande

No le va nada mal al sector de las telecomunicaciones en Colombia. Se embolsilló ingresos de 10.400 millones de pesos en 2004 y crece a un ritmo mucho mayor que el PIB. La telefonía móvil sacó el mayor partido a esta bonanza con 3.800 millones de pesos, seguida de la telefonía fija con 3.400 millones. Esta última, como se puede ver, no está para nada moribunda y, de hecho, es todavía un buen negocio: el ingreso promedio por usuario de la telefonía fija es ocho veces mayor que en la telefonía móvil y mientras la telefonía móvil les deja a los operadores una utilidad de 12.290 pesos por usuario, en la telefonía fija esa utilidad es de 200.000 pesos por usuario. Por empresas, a quien le va mejor es a Telecom -la misma que se desea privatizar bajo el argumento de que no tiene futuro-. Su participación en el mercado de las telecomunicaciones es del 23 por ciento, con ingresos de 2.230 millones de pesos el año pasado, seguida de Telmex (incluye las operaciones de Telmex Colombia y Comcel), cuya participación es del 20 por ciento, con ingresos de 2.000 millones de pesos. Hay un claro riesgo de monopolio si se llega a concretar la fusión entre estas dos empresas. ETB se encuentra en tercer lugar, y EPM, en el cuarto. Las cifras fueron reveladas la semana pasada en el estudio anual preparado por el Centro de investigación de las telecomunicaciones (Cintel), institución del Ministerio de Comunicaciones, que realizó en Cartagena el congreso Andicom 2005. Se trata de la radiografía más completa sobre las telecomunicaciones y la brecha digital en el país y, al lado de las alentadoras cifras de ingresos de los operadores telefónicos, hay desconcertantes datos sobre la enorme distancia que nos separa todavía del Primer Mundo en materia de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación. La penetración de Internet es del 6,1 por ciento, una de las más bajas del mundo. En Perú es del 16 por ciento; en Chile, del 25 por ciento, y en Venezuela, del 9 por ciento. En esa materia sólo superamos a Ecuador y a Bolivia en la región. Lo más grave es que casi la totalidad de ese pobre acceso a Internet de los colombianos se realiza todavía por el obsoleto sistema telefónico. La banda ancha (acceso de alta velocidad), con una tasa de penetración del 1,6 por ciento, apenas comienza a llegar. En Corea, por ejemplo, el 42 por ciento de la población se conecta a Internet mediante banda ancha. Para el director de Cintel, Manuel Martínez, este enclenque indicador se explica por tres factores: el alto costo de una conexión de banda ancha, el alto costo de los computadores en el país y la inexistencia de estímulos tributarios para los operadores de acceso a Internet. El país también tiene atrasos en el marco legal que regula las nuevas tecnologías. Sorprende aun más el hecho de que ni siquiera en las grandes empresas colombianas la penetración de Internet sea total. Hay todavía 8 por ciento de grandes compañías que ni siquiera tienen una línea telefónica conectada a Internet. En las pequeñas empresas, la cifra de desconectados del mundo digital es del 14 por ciento. Son empresas que no tienen ni correo electrónico, ni página en Internet ni nada de eso que hoy se considera obligatorio en el mundo de los negocios. A una economía así, seguramente le costará crecer y hacerse competitiva. La tendencia del momento en el mundo es la llamada 'convergencia', es decir, servicios de voz, datos, video y otros, a través de la misma plataforma. Un solo operador que ofrece la televisión, la larga distancia y el acceso a Internet, por ejemplo, cobrando en una única factura y a través de un único aparato receptor. Cintel estima que, por las inversiones que las empresas de telecomunicaciones están realizando para modernizar su infraestructura, en cinco años Colombia entrará de lleno en esta ola. Tal vez en ese momento los indicadores de brecha digital serán menos decepcionantes.