Este 18 de agosto se podrá ver la conjunción de planetas Mercurio y Marte
Este 18 de agosto se podrá ver la conjunción de planetas Mercurio y Marte | Foto: Future Publishing via Getty Imag

ASTRONOMÍA

Conjunción de Marte y Mercurio: ¿cómo, cuándo y dónde ver el evento astronómico?

Este espectáculo astronómico se podrá disfrutar durante tres noches seguidas empezando este miércoles 18 de agosto.

18 de agosto de 2021

Agosto es uno de los meses más esperados por los amantes de la astronomía, ya que se producen varios fenómenos que solo se pueden ver en esta época del año.

Recientemente se vivió la lluvia de las Perseidas en la que millones de personas en el mundo pudieron observar las estrellas fugaces que iluminaron el cielo.

Una conjunción planetaria es la alineación entre dos planetas que puede ser percibida por un tercero, en este caso, desde la tierra.

Para la conjunción que se espera empiece en la noche de este miércoles, los planetas que se alinearan son el primero en el sistema solar, Mercurio, y el cuarto, Marte, por lo que, al encontrarse en el mismo grado de longitud celeste, permitirán que este espectáculo pueda ser visto desde nuestro planeta.

De acuerdo con el calendario astronómico de la Nasa, la conjunción de planetas también se podrá ver el jueves 19 y el viernes 20 de agosto a la altura del occidente.

Aunque es algo que se puede ver a simple vista solo con el cielo despejado, para tener una mejor visa se puede usar un telescopio pequeño o lentes prismáticos.

Sin embargo, hay una recomendación que dan los expertos es evitar ver la conjunción directamente porque Mercurio estará iluminado por el sol, lo que puede ocasionar un radiación solar fuerte que puede afectar los ojos.

Según el portal, la radiación solar puede ocasionar daños en la retina como quemaduras, conjuntivitis, irritación, visión borrosa e incluso ceguera, por eso recomiendan el uso de lentes con filtros solares.

Luna azul de agosto

Aunque el nombre que se le ha otorgado a este fenómeno de luna azul genera mucho misticismo a su alrededor, la realidad es que cuando ocurre la luna no cambia a una tonalidad azul, simplemente se le conoce con este nombre por ser la segunda luna llena que aparece en un mismo mes.

“Usualmente, los meses solo tienen una luna llena, pero a veces una segunda se cuela. Las fases llenas están separadas por 29 días, mientras que la mayoría de los meses tiene 30 o 31 días de duración, por lo que es posible que quepan dos lunas llenas en un solo mes. Esto ocurre cada dos años y medio en promedio”, explicó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa).

De hecho, la luna también puede volverse roja, por las misma razones que los atardeceres son a veces rojos. La atmósfera está llena de aerosoles que miden menos de una micra de diámetro, los cuales dispersan la luz azul y dejan pasar mayor cantidad de luz roja. De ahí que las lunas rojas son incluso más comunes que las lunas azules.

De acuerdo con los expertos, la fecha para contemplar este evento astronómico será el próximo domingo 22 de agosto por la noche. La Luna estará completamente iluminada y podrá verse durante toda la noche desde cualquier parte del mundo, sin necesidad de ningún objeto especial.

Cada ciclo lunar dura aproximadamente 28 días, por lo que cuando se produce una luna llena a comienzos de mes es probable que haya una segunda al final. Y eso es lo que va a ocurrir esta semana.

Las fases de la Luna tienen un gran impacto tanto en las cosechas de frutas y verduras, incluso hay quienes le atribuyen grandes beneficios en temas energéticos que están directamente relacionados con las relaciones, la intimidad, la vibración particular en los seres humanos, el bienestar, las emociones y la prosperidad.

Lo que sí es recomendable para poder admirar el fenómeno, es hacerlo desde un lugar con cielos oscuros, es decir donde no haya tanta contaminación lumínica para poder apreciar el satélite natural de la Tierra en todo su esplendor.

Según la NASA, “la Luna es el objeto más brillante en nuestro cielo nocturno, el segundo más brillante en nuestro cielo diurno, y se puede ver en cualquier parte del mundo: desde el remoto y oscuro desierto de Atacama en Chile hasta las calles brillantemente iluminadas de Tokio”.