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El estremecedor caso de un joven afectado por un láser

Esta semana en Medellín, un joven de 19 años sufrió graves quemaduras en la retina luego de que un amigo le pasó la luz de un láser por el ojo izquierdo.

28 de noviembre de 2015

En YouTube hay videos que muestran lo que el láser azul puede hacer: quemar tela, cartón, papel, prender cigarrillos, estallar bombas, destruir plástico. Bastan unos minutos para darse cuenta de que el aparato es cualquier cosa menos un juguete, como lo usan ahora los adolescentes.

Justo el lunes en la noche, Juan Pablo Echavarría, un joven de 19 años residente del corregimiento San Antonio de Prado, al sur de Medellín, sufrió graves lesiones en su ojo izquierdo cuando en la barbería donde le cortan el cabello llegó un amigo con un láser azul cuya luz, por accidente, pasó por su cara.

Juan Pablo consultó el miércoles pasado en la Clínica Oftalmológica de Antioquia (Clofán) porque en el servicio de urgencias de su EPS le notificaron que necesitaba que lo revisara un especialista. Allí lo atendió el oftalmólogo Juan Gonzalo Sánchez —cirujano de retina y vitreo, vicepresidente de la Asociación colombiana de retina y vitreo—, quien luego de reunirse con el equipo de retinólogos y de hacer los procedimientos necesarios, determinó que la hemorragia no dejaba determinar el daño causado a la retina y que podría ser permanente.

Carolina Sardi Correa, oftalmóloga especialista en retina médica y directora científica de Ayudas Diagnóstica de Clofán, quien le realizó las tomografías a Juan Pablo, explicó que este láser azul tiene una potencia de 1.000 milivatios, “nosotros usamos láseres para tratamientos oftalmológicos y la potencia es de unos 300 milivatios, y eso se usa en unos ambientes controlados, imagínese lo que puede hacer este que ya está en las calles”.

El grupo de oftalmólogos ya denunció el caso ante el Ministerio de Salud, pues actualmente estos aparatos se pueden conseguirse en Amazon y Mercado Libre hasta por 70 dólares y, aunque existe una legislación internacional para regular la venta, al parecer no se toma muy en serio.

Juan Gonzalo Sánchez le dijo a este portal que estos láseres tienen un poder 1.000 veces superior al de los pointer, “y los láseres pegan en el pigmento, lo transparente lo refleja o lo deja pasar, y resulta que la retina tiene pigmento, por eso la quema produciendo daños que pueden ser irreversibles”.

Sánchez llamó la atención sobre la importancia de que los padres vigilen los juguetes que sus hijos les piden: “Antes que todo hay que leer las precauciones que trae el aparato, en este caso, en la caja del láser decía que este produce calor, tiene un signo prohibido para jugar. Esto es muy delicado, este tipo de láseres los estamos viendo en los estadios, si a un jugador le apuntan con esto en el ojo, hasta ahí le llega la carrera”.