El cómic: un escalón arriba de la pornografía

Los cómics dejarán de estar al mismo nivel de "los horóscopos, fotonovelas, modas, publicaciones pornográficas (...) y juegos de azar". Categoría en que los catalogaba la ley 98 de 1993, y por lo cual los cómics y novelas gráficas no estaba exentos de IVA a diferencia de los libros, revistas y periódicos.

Gracias una demanda de inconstitucionalidad contra este artículo, que fue aprobada el 5 de diciembre, los cómics y las novelas gráficas ahora hacen parte del grupo de publicaciones exentas de IVA. A partir de enero de 2013, cuando la modificación entre en vigencia serán más baratos para lectores y distribuidores.

La Corte aceptó también que el cómic y la novela gráfica son herramientas con un valor no solo cultural sino educativo y social, como argumentaba el marco teórico de la demanda.

El cambio en la ley va de la mano de la relevancia cultural que han ganado los cómics en los últimos años, y su importancia para contar el mundo. En 1992 por ejemplo, Art Spiegelman ganó un premio Pulitzer por  Maus, una novela gráfica sobre el Holocausto. En los últimos años, figuras como Joe Sacco y Guy Delisle han llevado al cómic a nuevas dimensiones narrativas al ponerlo al servicio del periodismo. En abril, salió al mercado Reportajes (Mondadori) de Sacco: una antología de los trabajos de investigación que ha realizado para la prensa internacional en zonas de guerra y conflicto.

En Colombia hay editoriales como la Robot,  especializadas en la edición y publicación de cómics, y festivales como Entreviñetas que se celebra en distintas ciudades del país –Armenia, Bogotá, Medellín, Manizales y Pereira-, que durante una semana ofrece conferencias gratuitas con ilustradores y editores de este género.