Los conciertos realizados en el Centro Cultural Vive Claro han generado fuertes afectaciones para pacientes y personal del Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN), según informó la institución.

La medición de los niveles de ruido y otras consecuencias de los eventos masivos han llevado al hospital a mantener comunicación con la Alcaldía Mayor, la Secretaría Distrital de Salud, la Secretaría de Ambiente, Movilidad, así como con el operador del escenario (OCESA) y la Productora Armadillo S.A.S., para evaluar posibles medidas de mitigación. Hasta el momento, el HUN asegura que no ha recibido respuestas que solucionen de fondo la problemática.

Mediciones de la Universidad Nacional

El Hospital citó a un estudio de la Universidad Nacional de Colombia —Oficina de Gestión Ambiental— realizado durante el concierto del 7 octubre de este año. Ese informe, fechado como Informe de Medición de Ruido Ambiental 7 de noviembre 2025, muestra que en cinco puntos evaluados los niveles superaron los límites máximos permitidos para el subsector hospitalario en horario nocturna (50 db).

En tres de esos puntos, las lecturas también superaron el límite máximo permitido para espectáculos públicos nocturnos (75 Db), con mediciones entre 77,5 y 82 dB LAeq. El HUN registra picos concretos como: 82,0; 81,8; 77,5 y 73,2 dB LAeq.

Además, el hospital añadió que, sumando esas cifras nocturnas, en horario diurno también se excedieron los límites aplicables a entornos hospitalarios. En paralelo, OCESA presentó mediciones propias, realizadas por el Laboratorio ADES, que el HUN describe como basadas en “parámetros internacionales que desconocen la reglamentación nacional”; hasta la fecha, según la institución, aún no ha sido entregado el informe técnico completo por parte de OCESA para su revisión oficial.

Impacto sobre los pacientes

La Asociación de Usuario de usuarios del HUM —mecanismo de participación social del hospital— realizó entrevistas a pacientes después del concierto del 7 octubre. Según un comunicado citado por la institución, el 80% de los pacientes reportó no poder descansar por el ruido; el 75,6% manifestó molestias por las vibraciones producidas durante el espectáculo. El HUN advierte que esas excedencias “generan repercusiones directas en pacientes, especialmente en hospitalización, y en el personal”.

Además del ruido, el seguimiento del HUN entre agosto y noviembre identificó otras afectaciones: dificultades en la movilidad que han impedido o complicado el acceso de ambulancias, personal y pacientes; iluminación dirigida hacia las instalaciones hospitalarias; riesgos en seguridad por el aumento de flujos peatonales y vehiculares; y acumulación de residuos en el espacio público colindante al escenario.

Frente a lo anterior, el HUN solicitó a las autoridades competentes y el operador del escenario el cumplimiento de la resolución 0627 sobre el ruido ambiental, la entrega oficial de informe técnico completo del Laboratorio ADES —presentado por OCESA— y la presentación de un plan integral de mitigación.