Causa admiración, sorpresa y rechazo, la carta escrita por el embajador de Venezuela, según la cual, SEMANA emite conceptos errados e imprecisos sobre Venezuela y su presidente. Las relaciones del presidente Chávez con los grupos insurgentes colombianos, no solamente SEMANA las conoce, sino ciudadanos de ambos países como el vicealmirante (r) Iván Carratú, militar conocido y respetado en Venezuela, salvador en 1992 del golpe de Estado. Al ser entrevistado por SEMANA (edición #906) afirmó categóricamente que sí existen relaciones clandestinas entre el presidente Chávez y los bandoleros colombianos y que además, ellos se pasean por Caracas como Pedro por su casa, donde tienen oficinas y visitan con frecuencia al señor Canciller, quien en declaraciones a la prensa, niega tales relaciones. Las reuniones de los insurgentes con el presidente Chávez y su Canciller se realizan, según el vicealmirante "para formalizar acuerdos de apoyo tácito y de sobreprotección" a lo que la guerrilla hace. Posiblemente ese apoyo del régimen se traduce en el suministro de armas y pertrechos, incrementando así la corrupción entre los militares vendedores y súbditos del señor presidente.El señor embajador en nuestro país, manifiesta en su carta de protesta, preocupación y sorpresa por el interés de SEMANA y de todos los buenos colombianos por conocer los pormenores de las injerencias presidenciales venezolanas en el conflicto colombiano y su voluntad insistente de mancillar los tratados internacionales de soberanía.La franqueza y coraje del vicealmirante Carratú para desenmascarar al gobierno de nuestro mal llamado "país hermano", merece nuestro reconocimiento. Esa posición viciada e hipócrita del presidente Chávez y de sus altos funcionarios, favoreciendo y apoyando a quienes han violado su territorio, asesinando y secuestrando a soldados y ciudadanos de Venezuela, su patria, no tiene antecedentes. Miguel Angel Rosero Bogotá