Mientras en Colombia hay indignación contra Carlos Ramón González, el exdirector del Dapre, prófugo de la Justicia, él vive tranquila y cómodamente en Managua, Nicaragua, donde se refugió y pidió protección del régimen de Daniel Ortega para evitar responder por el saqueo a la UNGRD.
En ese país alquiló una casa en un condominio cerrado y vive solo. Esporádicamente, da vueltas por la ciudad sin restricción, sin escoltas, y hasta prefiere el servicio de transporte público a la hora de moverse de un lado a otro. González mantiene conversaciones casi a diario con su familia a través de videollamadas. La Justicia tiene una circular roja de Interpol contra él.