Una vez destapado el contenido del proyecto de ley de financiamiento empezaron las reacciones por parte de los parlamentarios y, en particular, la de Óscar Darío Pérez, que desde hace tiempo está al frente de los temas económicos en las comisiones que se encargan de estos temas en el Congreso de la República, duda de que la reforma sea aprobada.
De hecho, señala que no se trata de una ley de financiamiento sino de una reforma tributaria y que “es una propuesta absolutamente alcabalera y fiscalista”.
El resumen realizado por el congresista dibuja una iniciativa legislativa altamente gravosa, puesto que: “aumenta el impuesto a la gasolina, toca el IVA de muchos bienes y servicios hoy protegidos o con tarifas disminuidas”.
Pérez enfatiza en la gravación adicional al sistema financiero, subiendo hasta el 50 % el impuesto de renta, lo que finalmente terminará en hombros de los ciudadanos por la vía de tasas de interés, más restricciones al crédito.
Agrega además que el documento radicado por el gobierno en la secretaría de la Cámara de Representantes tiene un impuesto al carbono que, a su juicio, “aterriza directamente en el ACPM de vehículos, en la gasolina de carros y la de los aviones”.
Y no es todo. La reforma tributaria sube el impuesto a la ganancia ocasional, sin contar con el aumento en el impuesto a los licores. Es decir, buena parte de las medidas terminarán recayendo sobre todos los colombianos.
En tal sentido, según el argumento de Pérez, se trata de una reforma agresiva a la que “le veo muy pocas probabilidades de éxito en el Congreso de la República”, concluyó.