Si hay un equipo que este 2022 la ha pasado mal es el Deportivo Cali. Entre diciembre y enero perdió a varios de los miembros de su columna vertebral como el delantero Harold Preciado, el defensor Hernán Menosse, el volante Andrés Colorado y algunas piezas más que dejaron un vacío prácticamente imposible de llenar para el cuerpo técnico de Rafael Dudamel.

Antes del inicio del primer semestre, en el que tenían Copa Libertadores a bordo, apenas lograron sumar algunos jugadores a la plantilla, aunque la falta de un plantel grueso se vio reflejado en los pobres resultados del primer semestre. Los azucareros terminaron en el sótano de la Liga BetPlay y en el torneo internacional solo les alcanzó para el tercer lugar del grupo que da cupo a Sudamericana.

Después de casi dos meses sin jugar, el Cali volvió al ruedo este miércoles enfrentando a Melgar de Perú, dirigido por el ahora técnico de la Selección Colombia Néstor Lorenzo. Aunque el resultado fue empate 0-0, las críticas al rendimiento del equipo no se hicieron esperar y, para rematar, Dudamel terminó ventilando un fichaje que él no pidió y los directivos lo firmaron por decisión propia.

“No lo pedí. Antes las decisiones se hacían de manera consensuada. No conozco a ítalo Cortés”, manifestó el técnico venezolano cuando le preguntaron sobre el par de nombres que surgieron en la antesala al partido internacional.

Rafael Dudamel y el Deportivo Cali enfocan todos sus frentes en hacer un buen segundo semestre | Foto: Dimayor

Lo cierto es que los directivos del Deportivo Cali hicieron todo para firmar al defensor colombiano de 23 años que llevaba varios días sonando en la órbita del Atlético Bucaramanga, equipo con el que incluso ya estaba programado para hacer exámenes médicos esta semana.

Cuando todo estaba listo para su vinculación, Cortés declinó las negociaciones con el cuadro leopardo y prefirió viajar a la sultana del Valle para unirse a la nómina de Dudamel, aun cuando, según sus palabras, nunca había puesto ese nombre sobre la mesa.

A pesar de ese panorama que amplía mucho más las dudas sobre la relación entre dirigencia y cuerpo técnico, el zaguero procedente del Radnik Sesteve, de la segunda división de Croacia, está a punto de vincularse oficialmente, al igual que Didier Delgado, quien regresaría de su travesía por Grecia.

El actuar de la cúpula del Deportivo Cali ha sido condenada por el Bucaramanga, que quedó bastante molesto con la decisión del futbolista al que le querían apostar. “El que no quiera estar, la puerta está abierta. Los sueños requieren compromiso. No se trata de pedir, también hay que dar”, escribió en Twitter Armando ‘Piripi’ Osma, técnico del elenco santandereano, al respecto de la situación.

Ya van dos

Esta no es la primera vez que Cali y Bucaramanga se ven enfrentados en este mercado de pases, ya que el negocio fallido por Dayro Moreno todavía duele en el seno del equipo verdiblanco.

Dayro tenía programada su revisión médica con el Deportivo Cali hace unos días, pero antes de faltar a lo que habían acordado, decidió comunicar al presidente Marco Caicedo que le agradecía por su interés, aunque no podría aceptar la oferta.

El presidente del leopardo, Jaime Elías Quintero, ya había adelantado previamente que su comitiva haría todo lo posible para retener a Dayro y cumplió esas palabras a cabalidad. Quintero se metió la mano al bolsillo y a última hora presentó una nueva oferta salarial que superaba la propuesta del Deportivo Cali, situación que cambió todo el panorama de las negociaciones.

El atacante informó a los azucareros que Bucaramanga le había ofrecido más dinero para continuar en el equipo, algo que en suelo vallecaucano no tenían en las cuentas. Dada la situación financiera de los caleños, tuvieron que desistir de la negociación y dejarle el camino libre a los bumangueses para que retengan al goleador, al menos hasta el final de su contrato en diciembre de este año.