Las enfermedades neurológicas son la principal causa de discapacidad en el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2030 los casos de accidentes cerebrovasculares, párkinson y esclerosis múltiple aumentarán más del 40 %. En Colombia, este panorama plantea el reto de superar el modelo biomédico tradicional y avanzar hacia una rehabilitación que potencie la autonomía y las capacidades individuales.
La neurorrehabilitación se ha consolidado en el país como una especialidad basada en las neurociencias y en un enfoque centrado en la persona.
“Esta especialidad tiene un enfoque que parte del concepto holístico del ser humano, con la necesidad de ser individualizado en sus procesos, desde un enfoque de transdisciplinariedad, el cual es una de las bases de la neurorrehabilitación”, explicó Betsy Jaramillo, coordinadora de Rehabilitación de Mobility Group.
Colombia se ha convertido en referente regional por integrar componentes clínicos, funcionales, tecnológicos y académicos en sus modelos de rehabilitación. Mobility Group, por ejemplo, aplica un modelo biopsicosocial con apoyo de tecnología avanzada y trabajo interdisciplinario que permite medir resultados en autonomía, reintegración social y calidad de vida.
El impacto de estos procesos se refleja en casos como el de Diego Martínez, paciente ecuatoriano que, tras un año en coma por un trauma craneoencefálico, recuperó en tres meses su movilidad, comunicación y autocuidado gracias a este enfoque.
“Con la neurorrehabilitación y alta tecnología avanzamos del proceso subjetivo a resultados medibles y precisos”, añadió Jaramillo.
A pesar de los avances, persisten limitaciones estructurales y sociales que restringen el acceso a estos servicios, especialmente en zonas rurales. Por ello, expertos destacan la necesidad de fortalecer la infraestructura, ampliar la cobertura y garantizar atención integral para quienes viven con enfermedades neurológicas.