Este año, Save the Children celebra 40 años de trabajo en Colombia, respaldados por más de un siglo de experiencia global. La organización llegó al país en 1985, para responder a la tragedia de Armero y, desde entonces, no ha dejado de trabajar por la niñez colombiana. Durante cuatro décadas, Save the Children ha acompañado a millones de niños, niñas y adolescentes, con el firme propósito que ninguno crezca sin protección, sin oportunidades y sin esperanza.
A lo largo de los años, la organización se ha consolidado como un referente de trabajo humanitario y de desarrollo, especialmente en los contextos más difíciles de Colombia, bajo los principios de neutralidad, imparcialidad e independencia operativa, con programas integrales en educación, protección, salud, nutrición y WASH (agua, saneamiento e higiene); así como acciones para reducir la pobreza infantil y fortalecer la gobernanza de los derechos de la niñez. De la mano de entidades de gobierno, cooperación internacional, donantes privados y aliados locales, Save the Children ha llegado a las zonas con mayor necesidad, impulsando iniciativas que transforman vidas y garantizan el ejercicio de los derechos de la niñez en todo el país.
En estos 40 años, Save the Children ha alcanzado directa e indirectamente a más de 22 millones de personas, en 19 departamentos del país, de las cuales el 55% son niñas, niños y adolescentes. Este alcance ha sido posible gracias a su sólida capacidad operativa, combinada con un enfoque estratégico que ha permitido no solo implementar acciones en terreno, sino también incidir en el fortalecimiento de políticas públicas y en la inversión destinada a la protección de la niñez.
“Me llena de orgullo liderar una organización que cuenta con una importante trayectoria empoderando a la niñez para hacer efectivos sus derechos y contribuyendo a cerrar las brechas de desigualdad social en Colombia. Llegamos hace 40 años y en todo este tiempo hemos hecho posible que miles de niñas y niños no interrumpan su educación en contextos de emergencia, que cientos de comunidades e instituciones educativas en lugares remotos accedan a agua potable; hemos acompañado a familias migrantes y víctimas del conflicto a forjar sus emprendimientos; hemos salvado vidas con nuestros programas de nutrición dirigidos a madres gestantes y recién nacidos y hemos alejado a los niños y niñas de la guerra con estrategias de prevención”, María Mercedes Liévano, directora país de Save the Children en Colombia.