En seis años, Monastery pasó de ser un proyecto emergente a consolidarse como la primera marca colombiana reconocida internacionalmente como firma de lujo, un ascenso poco usual en un mercado dominado por jugadores europeos y estadounidenses. En lo corrido de 2025, la compañía superó los US$25 millones en facturación y llegó a 29 tiendas entre Colombia y Estados Unidos, lo que la posiciona como uno de los casos de crecimiento más acelerados en la moda premium latinoamericana reciente.
“Cuando empezamos, sabíamos que competir en el lujo global sería un desafío enorme, pero también una oportunidad para demostrar que en Colombia podemos crear marcas con estándares internacionales. Hoy, seis años después, confirmamos que la disciplina, el diseño con propósito y la obsesión por la calidad sí pueden abrir puertas en los mercados más exigentes del mundo”, afirma Pedro Castellanos Posada, CEO de Monastery.
Solo en 2025, la marca antioqueña pasó de 11 a 26 tiendas en Colombia y proyecta cerrar el año con un crecimiento del 29 %. En el exterior cuenta con presencia en España y México, además de tiendas en Aventura Mall y Sawgrass Mills, dos de los centros comerciales más influyentes del sur de Florida, donde multiplicó por cinco sus ventas en tres años. A esto se suma una red de más de 80 distribuidores en República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Chile.
El modelo de expansión, liderado por Castellanos y su equipo gerencial, integra creatividad, consistencia y ejecución. La marca ha impulsado su presencia mediante colaboraciones con artistas como Ryan Castro y deportistas como James Rodríguez y Richard Ríos. Para 2026 prevé abrir diez nuevas tiendas en Colombia y cinco internacionales. “Al mismo tiempo, estamos ampliando nuestra red de distribuidores en otros mercados internacionales para consolidar la presencia global de la marca”, agrega el CEO.
Monastery también ha diversificado su portafolio con líneas de tacones fabricados en Italia, chaquetas, gafas y sneakers, y planea lanzar en 2026 una línea atelier de artistas. Su más reciente colección, Horse Beat, adoptó al caballo frisón como emblema estético, reforzando su narrativa de liderazgo y exclusividad. La próxima colección está prevista para el primer trimestre de 2026.