La transición hacia una ganadería sostenible avanza en Colombia. Según The Nature Conservancy (TNC) Colombia, 60 fincas ganaderas ya implementan modelos productivos basados en restauración de suelos, integración de biodiversidad y manejo adaptativo del pastoreo. A la fecha, 2.200 personas han sido capacitadas y 222 productores iniciaron su transición en 25.200 hectáreas. La meta es llegar a 800.000 hectáreas en los próximos años.
Este enfoque regenerativo propone devolver vida a paisajes degradados, mejorar la retención de agua, aumentar la fertilidad y construir sistemas más resilientes frente al cambio climático. Aunque la ganadería es responsable de entre el 12 % y el 20 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y ocupa más del 80 % de las tierras agrícolas del planeta, aportando apenas el 37 % de las proteínas y el 18 % de las calorías consumidas —cifras expuestas en la pasada COP30—, las iniciativas actuales buscan demostrar que es posible producir sin degradar.
En este contexto, la plataforma Regeneración en Acción lanzará el 4 de diciembre de 2025 el curso gratuito ‘Sistemas ganaderos sostenibles y regenerativos’, un programa 100 % virtual, asincrónico y sin límite de cupos dirigido a productores, técnicos, academia e instituciones públicas y privadas. Su diseño se basa en experiencias reales de fincas ubicadas en diferentes ecosistemas del país y ofrece una certificación otorgada por FOLU y TNC.
El programa destaca dos casos emblemáticos. La Reserva Natural El Hatico (Valle del Cauca) ha incrementado en un 69 % su producción de leche por hectárea mediante sistemas silvopastoriles que reducen emisiones. La Reserva Natural El Silencio (Cundinamarca) integra manejo rotacional, restauración ecológica y bioinsumos, fortaleciendo la autosuficiencia y la rentabilidad.
Para Claudia Martínez, directora de FOLU Colombia y E3, “estas experiencias permiten comprender […] cómo la ganadería regenerativa y sostenible puede transformar paisajes”. Claudia Vásquez Marazzani, directora de TNC Colombia, afirma que la región tiene potencial para liderar esta transición y que “la regeneración es posible, y juntos podemos convertirla en la norma, no en la excepción”.