El Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos permite a una empresa reorganizarse y continuar operando mientras se reestructura su deuda.

A diferencia de la liquidación de la quiebra bajo el Capítulo 7, el Capítulo 11 ofrece la posibilidad de crear un plan de reorganización que debe ser aprobado por los acreedores y el tribunal. Este proceso proporciona un respiro temporal a la empresa, que puede seguir operando mientras negocia con sus deudores.

Marelli Holdings Co. Ltd., una empresa de renombre global en la industria automotriz, conocida principalmente por sus componentes electrónicos y soluciones tecnológicas para vehículos, ha sido declarada en quiebra tras varios años de estrategias comerciales y económicas para lograr su estabilidad en el mercado económico de Estados Unidos.

Son varias las compañías que han optado por acogerse a la ley de quiebras en 2025. | Foto: Getty

La noticia de la quiebra de la compañía, anunciada en los últimos días, ha sacudido al sector automotor, generando incertidumbre entre sus empleados, proveedores y clientes alrededor del mundo. Esto último por las labores de producción y desarrollo que llevaba a cabo el grupo económico.

Las causas de la quiebra de Marelli Holdings Co. Ltd. son múltiples y complejas, pero los principales factores que contribuyeron al colapso de la compañía incluyen la creciente deuda, la desaceleración del mercado automotriz y las dificultades para adaptarse a los cambios tecnológicos.

A lo largo de los últimos años, Marelli se vio envuelta en un ciclo de endeudamiento excesivo, lo que la colocó en una posición vulnerable frente a los vaivenes de la economía global.

Con la transición hacia vehículos eléctricos y la adopción acelerada de tecnologías de conducción autónoma, las empresas tradicionales de piezas automotrices, como Marelli, tuvieron que enfrentarse a un entorno altamente competitivo, donde la innovación y la agilidad fueron esenciales.

Los empleados de la marca quedarán sus puestos de trabajo. | Foto: Getty

Adicionalmente, la empresa experimentó problemas con su cadena de suministro, exacerbados por los desajustes pospandemia y las interrupciones globales. Los aumentos en los costos de los materiales y la escasez de chips semiconductores afectaron gravemente su producción.

Estos problemas no solo impactaron su rentabilidad, sino que también dañaron su reputación entre sus socios comerciales y clientes, lo que deterioró aún más su situación financiera.

La quiebra de Marelli tiene un impacto significativo en la industria automotriz, especialmente en sus principales socios y clientes, que incluyen a grandes fabricantes de automóviles como Toyota, Honda y Volkswagen. Marelli proveía componentes clave como sistemas de iluminación, electrónica de vehículos, módulos de propulsión y otros dispositivos críticos para el funcionamiento de los vehículos modernos.

*Con información de AFP.