Un presupuesto tiene el objetivo de optimizar el uso del dinero, pues permite tener claridad del dinero que ingresa, si alcanza para cubrir los gastos, si queda algo para ahorrar o si es necesario buscar nuevas fuentes de ingresos y cambiar los hábitos de consumo.

Pero muchos aún no saben cómo construirlo y cuál es el propósito de registrar el día a día de lo que se gana y lo que se gasta. Por eso, Bancolombia compartió puntos clave de educación financiera que le pueden ayudar a cualquier persona a comenzar el camino de pensar financieramente.

Inicialmente vale la pena decir que ningún momento es malo para iniciar un presupuesto, y no es necesario ser un experto financiero para tener uno. Lo importante es que cada persona conozca sus ingresos y gastos, para así tener una organización de su dinero.

Estos son los pasos

1. Recoger la información: a la hora de realizar un presupuesto es preciso iniciar identificando todos los ingresos y gastos que se tienen durante el año, y luego agrupar de acuerdo con su importancia y su periodicidad. Lo ideal es organizar la lista según las necesidades de cada persona, pero por lo menos debe contemplar:

  • Gastos variables: son aquellos sobre los que se puede decidir si se quieren tener o no. Por ejemplo, una salida a comer, eventos de ocio, vestuario o servicios de televisión pagada.
Para realizar un presupuesto es preciso iniciar identificando todos los ingresos y gastos que se tienen durante el año. | Foto: Getty Images
  • Gastos ocasionales: son aquellos que, si bien no ocurren mes a mes, tienen una periodicidad, como los seguros o los impuestos.
  • Gastos imprevistos: son aquellos que no se tienen en cuenta, pero que requieren de un fondo para que, de presentarse, no desequilibren las finanzas. Por ejemplo, el daño del carro o quedarse sin empleo. Idealmente, se debería tener el equivalente de tres a seis meses de sueldo en un fondo para cubrir estos gastos. No es un dinero que deba tenerse de golpe. Con ahorro, es posible ir llegando a esta meta.

2. Ponerle destino a los ingresos: determinar en el presupuesto el monto que se asignará a cada uno de los gastos. Es muy importante saber cómo se usarán los ingresos y poner límites. Esto ayudará a optimizar lo que se gana y a adquirir una mayor responsabilidad en el gasto.

Lo ideal es ahorrar al menos el 10 % del dinero que ingresa (por ejemplo, 10 % del salario). Foto: Thinkstock

3. Ayudarse de herramientas para hacer un seguimiento juicioso: un cuaderno o una pequeña libreta es suficiente, pero también hay muchas herramientas que se pueden utilizar para poder llevar un adecuado control del presupuesto, como una tabla de Excel o incluso apps y funcionalidades gratuitas que se pueden tener en el celular.

4. Controlar: después de haber realizado y organizado el presupuesto, lo más importante es realizar un control periódico y en corto plazo para saber que los objetivos trazados se van materializando, que se está gastando el dinero en lo que se necesita y que el objetivo al final del año será el esperado. Con este control se hace fácil detectar si una persona está gastando más de lo que gana o si va bien.

Para hacer un seguimiento juicioso de los gastos se puede usar Gestionar Mi Día a Día, un planeador financiero de Bancolombia que se puede encontrar en la app de esta entidad financiera, y que incentiva el hábito de tener la plata bajo control.

Es clave incluir el ahorro como parte del presupuesto. Aunque lo ideal es ahorrar al menos el 10 % del dinero que ingresa (por ejemplo, 10 % del salario), si una persona no está en capacidad de hacerlo, puede empezar con lo mínimo, pero siempre ahorrar. A futuro, ese pequeño ahorro crecerá y servirá para explorar opciones de inversión que ayudarán a hacer crecer el dinero.