Aglomeraciones en los centros comerciales, en los conciertos, en los partidos de fútbol. La movilidad colapsada por la cantidad de carros y motos en las vías. Ese es el diario vivir en Bogotá, la ciudad más apetecida por los colombianos, que enfrenta una migración interna debido a que es la que lleva la delantera en materia de oferta de oportunidades, tanto educativas como laborales y de progreso.
Pero, qué pasará en los próximos años, teniendo en cuenta la fuerte reducción en el número de nacimientos, ya sea por baja fertilidad o porque la decisión de las nuevas generaciones es no tener hijos, sino gatos y perros.
El Dane publicó las estadísticas regionalizadas con las proyecciones de población y el caso de Bogotá está entre los más interesantes.
Cuando se hizo el último censo poblacional en el país, lo que se llevó a cabo en 2018, la capital colombiana contaba con 8.737.748 habitantes. Desde entonces, el ritmo de crecimiento ha sido vertiginoso, debido a varias circunstancias. Por un lado, está la natalidad propia del área geográfica, que en ese momento llegó a ser de tres hijos en promedio por familia. A ello se le sumó el flujo migratorio internacional, que tuvo un pico en el año de la pandemia y luego empezó a bajar.
En la actualidad, la proyección de la entidad de las estadísticas para la capital del país es que llegará en este año a 9.712.859.
Claramente, el ritmo de crecimiento de la población en Bogotá pone el peso y la tendencia en todo el territorio nacional. Su número de habitantes es el 18,3 % de habitantes en Colombia.
Mujeres, siempre más
De 2025 y 2050 el rito de crecimiento de la población bogotana es otra foto que llama la atención. En 2033 la ciudad sobrepasará los 10 millones de habitantes, manteniendo un ritmo parejo alrededor de esa cifra, para luego, desde 2025, empezar a descender.
Se destaca el predominio de nacimientos femeninos, tendencia que al parecer será sostenible, pues —en las proyecciones— las mujeres siempre se mantienen como población mayoritaria: 4.713.678 hombres versus 4.999.181 mujeres en 2025.
En 2050, entre tanto, la distancia entre la población masculina y femenina se hace aún más visible. De 9.999.512 de habitantes que habrá en ese año, lo que ya es menos en comparación con los años anteriores, 5.078.159 serán mujeres, según las estimaciones poblacionales.
Alta concentración urbana
Una de las preocupaciones que ronda en el país es la distribución de la población en el territorio nacional, pues la mayor densidad está en unas pocas áreas metropolitanas.
Esa situación obedece al atraso que tiene el campo, lo que lleva a que todo aquel que nace allí, o al menos, la mayor parte de la población, elija salir en estampida hacia las grandes ciudades.
La alta concentración de gente en la zona urbana es impresionante. Según las estimaciones poblacionales para 2025, en la cabecera de Bogotá estarán 9.509.542 personas, mientras que en área rural dispersa solo se tendrá 203.317 habitantes. Peor aún, la tendencia no parece revertirse a medida que pasan los años.
Justamente por eso es que se plantea en el país la necesidad de ampliar las oportunidades en el campo para que los jóvenes quieran permanecer allí, donde por el momento la mayoría de gente es mayor, circunstancia que atenta contra sectores como el laboral, por ejemplo.
La expectativa es que la reforma al Sistema General de Participaciones, cuya implementación está sujeta a que se tramite y expida una ley de competencias que marque la hoja de ruta que tendrán las regiones, las cuales, si bien recibirán más recursos de transferencia de la nación, también tendrán que poner más el hombro.