La reforma laboral, la única que ha entrado en vigencia, de las que hacen parte del paquete de leyes sociales del gobierno, fue uno de los temas a los que se refirió el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, durante un foro que le tomó el pulso a ¿Cómo avanzan las reforma?
En el evento público, Sanguino habló de uno de los Talones de Aquiles del mercado laboral: la formalidad, pues, precisamente, la reforma laboral fue criticada por centrarse en la población que tiene un empleo.
En ese sentido, expresó que la ley que está en vigencia ha incorporado “en un espacio de 6 meses a un año”, la incorporación a la formalización a más de 1,5 millones de trabajadores.
Todo se debería, según dijo Sanguino, a las medidas incluidas, a las cuales, no obstante, aún le faltan generalizarse. Es el caso de las trabajadoras domésticas, que, según sus cuentas, serían 700.000 y faltan 500.000 por tener un contrato formal, manifestó.
Críticas a empresarios
Además de las estadísticas de las trabajadoras domésticas formalizadas, que según las cifras presentadas serían 200.000, el ministro de Trabajo agregó los más de 400.000 aprendices del Sena que pasarán a ser laboralizados, tema que le dio pie para emitir críticas a los empresarios o al menos, a los gremios que los representan. “Hay voceros empresariales que no son empresarios, que han construido una narrativa tacaña a la hora de referirse a los derechos de los trabajadores”, manifestó Sanguino.
‘Pequeñas empresas no quiebran por costos laborales’
En su intervención durante el panel del cual también hicieron parte el presidente de Colpensiones, Jaime Dussán, y el director del Sena, Jorge Londoño, Sanguino recordó que, durante los debates a la reforma laboral, se creó un ambiente de susto, mencionando riesgos de pérdida de empleos por medidas que, a su juicio, recuperan derechos de los trabajadores.
Mencionó por ejemplo, que se propagó la idea de que las empresas, por tener que vincular al aprendiz del Sena con un contrato laboral formal, no volverían a vincularlos, lo que -dijo- no funcionó así. Por ello, habló de “fábulas creadas", en ese caso y en el de la pequeña empresa, según las cuales, se quiebra por costos laborales. “En realidad, lo que pesa en el costo de producción es la energía eléctrica. Lo laboral se puede minimizar, ajustando los horarios del trabajador”, sostuvo en referencia a que la reforma introdujo una reducción de la jornada diurna, hasta las 7 de la noche, al igual que un incremento progresivo en el pago de recargos nocturnos, dominicales y festivos.