¿Qué es lo más significativo que destaca Corantioquia en estas tres primeras décadas?

LILIANA TABORDA GONZÁLEZ (L.T.G.): Dos cosas fundamentales: el compromiso de nuestros funcionarios y la corresponsabilidad ciudadana. Esa suma de esfuerzos ha hecho posible que hoy seamos protagonistas de transformaciones reales en el territorio.

Liliana Taborda, directora de Corantioquia. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

¿Cómo se expresa esa transformación en la práctica?

L.T.G.: A través de programas que integran educación, biodiversidad y tejido social. Tenemos más de 3.000 niños como guardianes de la naturaleza, trabajamos con mujeres rurales en liderazgo ambiental y con comunidades que cuidan el agua a través de iniciativas como Piragua. Esto ha permitido construir una cultura de sostenibilidad con impacto colectivo.

La minería regenerativa ha sido uno de los grandes ejes. ¿En qué consiste?

L.T.G.: En nuestra jurisdicción, más del 40 por ciento de la población depende de la minería. Por eso impulsamos el programa ‘Formalizar para regenerar’, que busca legalizar esta actividad e incorporar estándares ambientales y sociales.

En apenas año y medio hemos logrado formalizar 900 mineros, que han beneficiado a cerca de 3.000 familias. No se trata solo de legalidad: también reconstruimos confianza, restauramos ecosistemas y dignificamos la labor minera.

Jornada de 'Reciclatón por la Vida'. | Foto: Corantioquia

¿Qué impacto ha tenido esa apuesta en los territorios?

L.T.G.: Enormes. Estamos demostrando que es posible hacer minería con responsabilidad, generando empleo justo y protegiendo los ecosistemas. Pero también es una forma de prevenir conflictos, fortalecer el tejido social y dinamizar las economías locales desde la legalidad.

Corantioquia también anunció un proyecto de restauración ecológica con cooperación internacional. ¿De qué se trata?

L.T.G.: Firmamos un convenio con la ONU por más de 1,6 millones de dólares para intervenir siete municipios del Bajo Cauca, Norte y Nordeste antioqueño, históricamente afectados por deforestación, cultivos ilícitos y minería ilegal. Es una inversión que prioriza la restauración ecológica, la recuperación del tejido social y el bienestar comunitario. Marca un hito para la institución: por primera vez en nuestra historia, accedemos a recursos de cooperación internacional directa.

¿Qué sigue para Corantioquia?

L.T.G.: Queremos consolidar el primer Centro para la Biodiversidad del departamento, con clínica veterinaria, espacios para ciencia e innovación, y un programa de monitoreo de fauna con cámaras trampa llamado ‘Fascínate’. Será la red más grande del país. Todo esto lo hacemos con aliados estratégicos y una visión compartida: proteger la vida en todas sus formas.

La ardilla roja hace parte de las especies registradas en los programas de biodiversidad de Corantioquia, orientados a conservar ecosistemas y fortalecer la relación con las comunidades. | Foto: Corantioquia

¿Qué mensaje deja este aniversario para el país y el mundo?

L.T.G.: Que sí es posible transformar los territorios desde la legalidad, el conocimiento y el trabajo conjunto. La sostenibilidad no es una meta lejana, es una construcción diaria que nace desde lo local y se proyecta hacia lo global.