La reconocida empresaria Carmiña Villegas tiene más de 30 años de trayectoria en el mercado de la comercialización de vajillas, cubiertos, cristalería y accesorios de mesa de las mejores marcas internacionales. Su estilo auténtico y su fina mirada estética la han llevado a convertirse en un referente del arte, las buenas maneras y costumbres, también de la buena mesa.

Además de su carrera, Villegas ha conquistado las redes sociales, en las que tiene más de un millón de seguidores, a través de sus videos donde comparte consejos prácticos a la hora de poner la mesa, ser un buen anfitrión y disfrutar de la elegancia de los pequeños detalles.

Carmiña Villegas empresaria colombiana experta en etiqueta y cómo vestir la mesa Bogota julio 25 del 2024 Foto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: GUILLERMO TORRES

SEMANA conversó con ella tras el lanzamiento de su primer libro, Qué diría Carmiña. Una guía para recibir con buen gusto.

SEMANA: ¿Cómo nació la idea de este libro enfocado en ser un buen anfitrión?

Carmiña Villegas: Todo en mi trayectoria meteórica de redes sociales ha sido una sorpresa. A mí me llama Diego Garzón, de la Feria del Millón y de editorial Planeta, a proponerme esta idea y me pareció fabulosa. Inmediatamente le dije que sí. Me precio de tener una virtud que siempre he aplicado en mi filosofía de vida y es “nunca digas a nada que no hasta que no constates”. Y eso lo he aplicado siempre en mi vida, siempre. Especialmente en mis negocios y en todo.

En la comida, en las propuestas, en un trago, en un plan o en un viaje. Yo lo evalúo, lo reviso y después puedo decir: “No”. Pasó en pandemia, cuando me propusieron hacer los primeros videos para explicarles a las personas cómo utilizar las cosas.Soy una persona que, a pesar de que proyecto una imagen muy seria, soy sencilla, adaptativa, todo terreno. Soy muy flexible, todo me gusta; si es lujo, es lujo; si es sencillo, es sencillo; si toca hacer sacrificios, se hacen, y eso también ha sido algo muy positivo en mi vida que me ha llevado a que las puertas se me abran, como se me abrieron con este libro.

SEMANA: ¿Qué se van a encontrar entonces sus lectores?

C.V.: Se van a encontrar no con un libro de etiqueta y protocolo, se van a encontrar con una guía de cómo Carmiña atiende su casa en los diferentes eventos, porque lo que yo le enseño a la gente es lo que yo practico. Esto no es un libro de etiqueta en el que diga hágalo así o hágalo así; no. Este libro es muy experiencial del día a día. Soy una empírica en este tema y tengo una gran capacidad de aprendizaje y de asimilación.

SEMANA: ¿Cómo ha sentido que la gente ha recibido el contenido que usted hace sobre buenas maneras y etiqueta en redes sociales?

C.V.: Maravillosamente bien. Empezando porque, primero, el espectro de edad, sexo, condición social, condición económica es amplísimo. ¿Y cómo lo puedo ver? Porque me encuentro a la gente en la calle y se me acercan, me piden fotos, me piden que les mande un video a sus esposas o a su pareja, y eso me ha pasado en varias partes del mundo. Siento que me fluye, me siento muy contenta, muy honrada y, en realidad, el tema de las redes le ha dado una inyección a mi vida de alegría enorme.

Carmiña Villegas empresaria colombiana experta en etiqueta y cómo vestir la mesa Bogota julio 25 del 2024 Foto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: GUILLERMO TORRES

SEMANA: ¿Qué decirle a la gente que confunde lo que usted hace con el famoso Manual de urbanidad y buenas maneras, de Manuel Antonio Carreño?

C.V.: Es que la Urbanidad de Carreño se enseñó de una manera muy estricta y todo era urbanidad de Carreño, desde la ortografía, la forma de vestir, y se volvió un código de etiqueta muy rígido, anacrónico.

En cambio, lo que yo he hecho es volverlo contemporáneo y, básicamente, asociarlo a las buenas costumbres. Lo que estoy enseñando es a la gente a ser educada. A que mantengamos las buenas costumbres de nuestros antepasados, pero no estoy hablando de nuestros abuelos, estoy hablando de los papás. Es como arar en el desierto. Lo curioso es que los jóvenes sí me copian, lo cual es magnífico.

SEMANA: ¿Qué es lo que más consumen los colombianos en términos de lujo?

C.V.: Colombia ha sido un país austero por historia. Cuando empecé este negocio, no existía importación de vinos. No existía importación de champaña. El tomar champaña era un hiperlujo. Por lo tanto, yo no vendía copas de champaña y de vino muy poco. Vendía más vajillas que cristalería. Hoy en día es al contrario. Eso me llama mucho la atención, porque empecé mi negocio vendiendo por unidad para facilitarles a las personas que, si algo se les rompía, pudieran reponerlo, y la gente no reponía. Mi conclusión fue que no las usaban. Y no las usan porque comprar un vino se vuelve una cosa costosísima.

Hoy en día, el comprador ha revolucionado muchísimo y entiende muy bien todo este tema. En mi análisis personal, la gente quiere divertirse con lo que no tenga que llevarse, lo momentáneo. Ahora ellos no quieren acumular nada, sino divertirse, entonces se van a un restaurante, se van a una fiesta, compran no sé cuántas botellas, gastan plata, viajan. Y eso fue de las primeras cosas de feedback que me dieron mis clientes cuando recién pasó este Gobierno. Me dijeron: “Yo no quiero tener más cosas que luego me tenga que llevar”. Y lo observo como una evolución no muy positiva, teniendo en cuenta que soy una persona que habla de las costumbres y de la tradición.

Carmiña Villegas empresaria colombiana experta en etiqueta y cómo vestir la mesa Bogota julio 25 del 2024 Foto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: GUILLERMO TORRES

SEMANA: Dentro de ese cambio de tradiciones, ¿qué considera que es de mal gusto en la actualidad?

C.V.: El incremento de los novios que piden dinero en vez de regalos en sus bodas. Eso para mí es una evolución negativa porque soy una fiel creyente de las costumbres y de la tradición. Y el mejor momento para uno tener cosas diferentes, bonitas y finas es en el matrimonio. Me parece que es de mal gusto que tú invites a alguien a tu boda y le pidas plata. Me parece de mal gusto. Esa costumbre de pedir dinero ya se volvió muy común. Imagínate en un bautizo y lluvia de sobres o en una primera comunión y lluvia de sobres.

Personalmente, nunca lo hago y no porque tenga el negocio que tengo.De mal gusto es llegar tarde a un evento; confirmar asistencia y no ir también me parece de muy mal gusto, y finalmente emborracharte, pasarte tragos en una invitación.

SEMANA: Estamos entrando en temporada navideña, ¿qué debe tener siempre una buena mesa en esta temporada?

C.V.: Pues indiscutiblemente los tamales y los buñuelos (risas).