Jerónimo Sanabria habla del medio ambiente con la seguridad de un experto. Y lo es. El estudiante de 11 años lleva media vida cumpliendo la tarea que más lo apasiona: proteger la naturaleza. Lo hace desde una tribuna privilegiada, en su propio canal de YouTube. Desde allí ha enseñado a miles las múltiples bellezas, los secretos y los misterios de la biodiversidad colombiana.

Cada semana, casi religiosamente publica un video. “Estoy en sexto grado. Voy al colegio, me gusta jugar fútbol. Pero me gusta tener mi canal de YouTube para que otros niños descubran las maravillas naturales que tenemos”, dice.

Jerónimo siempre tiene tiempo para esta labor: sea para hablar de la capa de ozono, del hidrógeno blanco, de la huella de carbono o para contar detalles desconocidos de los tiburones, los arrecifes, las abejas o los manglares.

El joven recuerda que el primer video lo hizo con su mamá y buscaba explicarles a los niños cómo reciclar. “Empecé cuando tenía 6 años, porque yo veía mucho a mi papá trabajando y él siempre cuidaba el medio ambiente. Entonces, yo le dije a mi mamá que quería tener un canal de YouTube en donde pudiera enseñar a niños, adolescentes y adultos sobre la naturaleza”, narra.

Ese primer video lo hizo en el patio de la casa y trató sobre las tres R: reutilizar, reusar y reciclar. Allí el niño mostró las tres canecas: la blanca, la negra y la verde. Después de ahí, esa labor no ha parado y ya lleva al menos 250 videos al aire.

Jerónimo Sanabria recuerda que el primer video lo hizo con su mamá y buscaba explicarles a los niños cómo reciclar. | Foto: Juan Carlos Sierra

En cada video, Jerónimo aporta un conocimiento diferente de temas, algunos sencillos y otros muy complejos. “Yo he aprendido muchas cosas, cada video es como una historia nueva, en cada video aprendo algo nuevo”, cuenta.

En esa labor, Jerónimo ha viajado a lugares exóticos y únicos como lagunas, humedales y parques nacionales. Y todos esos refugios los ha mostrado en su canal.

“Me gusta compartir con la gente y poder enseñar a cuidar mejor nuestro planeta”, agrega.

Cuando no es El gran Jero, el adolescente juega fútbol y en su casa, guarda una colección de balones y trofeos que ha ganado en su colegio.

“Jerónimo es una inspiración. Es un niño supremamente juicioso, dedicado al colegio, al fútbol y bueno, también hacer sus videos que es lo que le apasiona y lo hace feliz”, cuenta su mamá Leidy Rivera.