Recuperar recuerdos olvidados podría estar más cerca de lo que se cree. Un método milenario, utilizado por civilizaciones antiguas como la Grecia clásica y algunas culturas indígenas, ha sido retomado por investigadores como una forma de ejercitar la memoria y ralentizar su deterioro.

Según la Organización Mundial de la Salud, entre 33 y 38 millones de personas en el mundo sufrían pérdida de memoria asociada con enfermedades como el Alzheimer en 2021.

La cifra de personas con algún tipo de demencia superaba los 57 millones, una problemática que puede manifestarse incluso desde edades tempranas y suele intensificarse a partir de los 50 años.

Se trata del “método de loci”, una técnica que utiliza espacios conocidos por la persona para ubicar mentalmente información que desea recordar. La estrategia consiste en recorrer mentalmente un lugar familiar y situar allí los elementos o datos que se quieren memorizar. Al “caminar” por este mapa mental, es posible recuperar la información almacenada.

Adultos mayores en Orlando, Florida, han incorporado este método como parte de un programa del Instituto de la Memoria, fundado por Michael Dottino.

Allí, combinaron la técnica con actividad física, ejercicios cognitivos e interacción social, lo que permitió que algunos participantes conservaran sus funciones cognitivas e incluso recordaran nombres o situaciones que creían olvidadas.

El método de loci no es una técnica reciente. El orador y filósofo romano Cicerón lo empleaba para memorizar largos discursos. De manera similar, algunas culturas indígenas recurrían a cantos y recorridos mentales para recordar rutas, tradiciones y datos esenciales para la vida comunitaria.

Aplicación práctica y resultados

Michael Dottino y su equipo han documentado casos de personas que, mediante el método de loci y ejercicios complementarios, han logrado desacelerar el deterioro de la memoria.

Algunos participantes recuerdan nombres de familiares y amigos que habían olvidado, mientras que otros conservan habilidades cognitivas que, sin este tipo de entrenamiento, podrían haberse perdido con la edad.

El interés por esta técnica también ha llevado a que investigadores estudien cómo su combinación con actividad física y socialización puede mejorar la plasticidad cerebral, aunque aún se requiere mayor evidencia científica para establecer su eficacia generalizada.

Aunque no es una cura para enfermedades como Alzheimer o demencia, el método de loci representa una alternativa para ejercitar la memoria de manera natural, aprovechando capacidades cognitivas que el ser humano ya posee.

Su uso histórico y los resultados observados en adultos mayores muestran que técnicas antiguas pueden tener aplicaciones prácticas en la vida moderna, dando una oportunidad de mantener la mente activa.