Víctor Florencio, reconocido mundialmente como El Niño Prodigio, sigue afianzándose como una de las figuras más destacadas de la astrología en el ámbito hispano.

A diferencia de otros intérpretes del horóscopo, el astrólogo dominicano divide sus predicciones diarias según los cuatro elementos del zodiaco —fuego, tierra, aire y agua—. Con este sistema, ofrece lecturas grupales que reflejan la vibración predominante de cada elemento, lo que le permite explorar con mayor profundidad los procesos emocionales y desafíos que podrían experimentar.

En su más reciente publicación en Instagram, Florencio analizó las energías correspondientes al 27 de noviembre de 2025, una fecha que, según señaló, representa un punto de inflexión dentro de los movimientos astrales del final de mes. Para él, esta jornada impulsa a muchas personas a tomar decisiones que podrían redefinir el rumbo de su vida.

Horóscopo del 27 de noviembre de 2025

Aries, leo y sagitario

“Habrá deseo de compartir, cerrar ciclos y abrirte a nuevos comienzos emocionales. Escucha tu intuición antes de actuar y deja que el entusiasmo te guíe sin perder equilibrio entre el dar y el recibir”.

Tauro, virgo y capricornio

“La estabilidad llega cuando mezclas responsabilidad con sensibilidad. La tarde promete encuentros inspiradores que te conectan con personas valiosas para tus metas futuras”.

Géminis, libra y acuario

“Tu mente rápida y tu espíritu curioso atraen oportunidades. Estás más receptivo al cambio, al diálogo y a los placeres simples que renuevan tu ánimo. Los astros te impulsan a expresarte”.

Cáncer, escorpio y piscis

“Aprende a discernir lo que debes guardar y lo que puedes liberar. La energía lunar te conecta con lo invisible, dándote poder sanador y una luz magnética que atrae bendiciones”.

Además, el vidente acompañó sus predicciones con recomendaciones orientadas a fortalecer la calma interior y mantener la mente enfocada en medio de cualquier cambio. En su mensaje, alentó a confiar en la intuición, priorizar el equilibrio espiritual y permitir que las transformaciones del universo fluyan, pues traerán estabilidad y prosperidad en los días que están por venir.