Luis Alonso Colmenares, el padre de Luis Andrés Colmenares, joven que perdió la vida en extrañas circunstancias en el año 2010 luego de haber salido a celebrar Halloween en la zona T de Bogotá junto a sus amigos y compañeros de la Universidad de los Andes, recordó el caso después de 15 años y expuso el dolor que sigue apoderado de cada uno de los miembros de su familia.
En entrevista para Bajo la sospecha, pódcast de Pulzo, el contador público expuso nuevamente su punto de vista con respecto a quienes serían los responsables de la muerte de su hijo y explicó lo que habría ocurrido la noche de los hechos.
“Por mi caso, no dejó dudas de que había responsabilidades por parte de los compañeros de Luis… Todos los compañeros de Luis saben lo que pasó y todos los compañeros que estaban esa noche con Luis tienen responsabilidad, por acción algunos y por omisión otros, porque algunos participaron directamente y otros supieron lo que pasó”, manifestó frente a las cámaras.
Además, no dudó en afirmar que habrían guardado silencio con el fin de proteger a la persona culpable.
“Lo ocultaron, no dijeron nada ni siquiera cuando los llamaron a la Fiscalía […]; hay pruebas más que suficientes, con solo las interceptaciones”, indicó.
La decisión de Luis Alonso Colmenares con respecto a la muerte de su hijo
Después de una larga investigación y un proceso legal de 15 años, la vida de cada uno de los integrantes de la familia de Luis Andrés Colmenares cambió de manera radical, pues pese a sus obligaciones personales, se encargaron de estar atentos de los detalles que pudieran brindar pistas de lo que ocurrió en la noche del 31 de octubre de 2010.
Sin embargo, hasta el momento, no se ha logrado destapar lo ocurrido, por lo que el padre del joven fallecido tomó la decisión de perdonar a los implicados y confiar en su religión para obtener paz y tranquilidad en medio del dolor que les generó la situación.
“Si aquellos que tuvieron que ver con el crimen de Luis no nos permitieron seguir soñando con él, yo le pido a Dios que no los deje dormir. Yo los perdoné, pero que Dios haga su propia justicia. Nosotros no soñaremos, porque él ya no está con nosotros, como lo hubiéramos querido ver, hoy con 35 años, profesional de dos carreras […] que tuviera hoy su familia”, dijo.