La madurez dejó de ser una línea de llegada para convertirse en un punto de partida desde el que cada vez más personas se replantean su vida laboral y buscan caminos con sentido. En ese escenario surge una herramienta que está ganando interés entre quienes quieren redirigir su trayectoria sin perder el bienestar: el modelo Birkman, que consiste en evaluar los rasgos de intereses, necesidades, expectativas y comportamientos de un individuo en el ámbito laboral, y ofrece una lectura profunda del comportamiento humano y ayuda a entender qué mueve a cada persona y qué necesita para sentirse equilibrada mientras decide su próximo paso.

La longevidad modificó el rumbo del mundo y del trabajo, en particular. Hoy vivimos más años, con mejor preparación y con un deseo sostenido de aportar, además se ha observado cómo la ampliación de la esperanza de vida transformó la idea del retiro, pues cada vez más profesionales eligen mantenerse activos para compartir conocimiento y convertir su experiencia en legado. Sin embargo, esta etapa no se mueve solo con motivación. También requiere herramientas que permitan conocerse con honestidad.

Ahí entra en juego Birkman, una evaluación utilizado desde hace 70 años y aplicado en millones de casos en el mundo. Su propósito no es encasillar ni adivinar comportamientos futuros, sino mostrar tres capas que influyen en cualquier decisión profesional: lo que una persona expresa, lo que la impulsa internamente y lo que necesita para sostener su bienestar. Con esa lectura es posible comprender por qué alguien puede ser competente y aun así sentirse desconectado, o por qué ciertos entornos generan desgaste incluso cuando hay experiencia sólida.

Asimismo, este modelo es pensado para quienes transitan la llamada ‘Silver Economy’ o economía plateada, que acarrea todas las actividades económicas, productos y servicios dirigidos a satisfacer las necesidades de las personas mayores de 50 años, impulsado por el envejecimiento de la población. Los profesionales mayores de 50 años cuentan con un capital humano y emocional invaluables, además requieren reconocer qué les da energía y cómo traducir su recorrido en nuevas formas de contribución. Ante esto, María Reina, CEO de María Reina Consultores, dice que “Birkman actúa como una brújula científica que orienta ese proceso y permite diseñar caminos en los que la experiencia se alinee con proyectos que respeten la identidad y el bienestar”.

En María Reina Consultores, esta herramienta se articula con la metodología Del Ser para el Hacer, un modelo que transforma los hallazgos de la evaluación en acciones concretas. A través de sesiones de acompañamiento consciente, las personas exploran su estilo de pensamiento, su manera de relacionarse y sus motivaciones profundas para conectarlas con roles, emprendimientos o proyectos que les permitan avanzar con coherencia.

“Este enfoque ha sido valioso para líderes que buscan reorganizar su trayectoria, para empresas que quieren aprovechar el talento senior y para quienes desean convertir su sabiduría en legado. La longevidad no solo amplía la vida, también abre posibilidades para construir caminos profesionales más intencionales, sostenibles y alineados con aquello que da sentido”, concluye Reina.