En medio de un trimestre en el que las presiones inflacionarias no ceden del todo y el encarecimiento del crédito ha restringido las decisiones de compra de millones de colombianos, algunos de los principales bancos del país tomaron la iniciativa de reducir los intereses de sus tarjetas de crédito e incentivar la demanda de préstamos como una estrategia para intentar hacerles frente a las reiteradas alzas en el costo de vida.

Pese a las bajas tasa de interés lo recomendable es no ir a endeudarse: deben cuidarse los ingresos y hacerse un presupuesto de gastos. | Foto: Getty Images

El primer banco en dar el paso fue Bancolombia. “La decisión de bajar nuestras tasas en cerca del 50 por ciento de las tarjetas de crédito vigentes es producto de escuchar las necesidades de los colombianos, siendo conscientes de la realidad del país y con la prioridad de cuidar su bienestar financiero”, dijo su presidente Juan Carlos Mora. En días previos, el presidente Gustavo Petro había hecho un llamado al Banco Agrario y a la banca privada para reducir la tasa de intermediación y ayudar de esta forma a bajar los intereses en el mercado.

Mora aseguró que esta decisión del banco debía ir acompañada de un esfuerzo mucho mayor en educación financiera para que los clientes “sean muy responsables con el consumo, de tal forma que no crezcan los indicadores de cartera vencida”. Precisamente, el mensaje del economista Andrés Moreno Jaramillo es “no ir a endeudarse, pues deben cuidarse los ingresos y hacerse un presupuesto de gastos”. La recomendación, señala el experto en finanzas, es recordar que las tarjetas no son préstamos, sino medios de pago que deberían usarse a una sola cuota.

Davivienda también tomó la determinación de bajar las tasas. Los intereses de su tarjeta de crédito Clásica pasaron del 46 al 20 por ciento. “El anuncio busca apoyar a las familias colombianas y a los productores agropecuarios en el manejo responsable de su dinero, mejorando su bienestar financiero”, afirmó el presidente de la entidad, Javier Suárez.

El presidente Gustavo Petro había hecho un llamado al Banco Agrario y a la banca privada para reducir la tasa de intermediación. | Foto: Getty Images

La decisión de ambos bancos generó una reacción en cadena que incluyó al BBVA Colombia, Banco Falabella, Scotiabank Colpatria, Pichincha, Findeter y dos bancos del Grupo Aval (Banco de Occidente y Banco de Bogotá). Por ejemplo, Occidente anunció que su tasa especial bajó al 20 por ciento efectivo anual y aplicaría a compras en supermercados, servicios médicos y públicos, educación, entre otros. Entretanto, el Banco de Bogotá dijo que decidió disminuir la tasa de interés de sus tarjetas de crédito sin importar el cupo asignado y el monto de la compra, “así las familias tendrán la posibilidad de mejorar su flujo de caja y de esta manera mitigar el impacto de la creciente inflación”.

Tras conocer las primeras reducciones en las tasas, el jefe de Estado aseguró que estas determinaciones serán clave para mantener sólido el sistema financiero y detener las posibilidades de estancamiento económico. Por su parte, Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, advirtió que “a pesar del encarecimiento de la liquidez y de las altas tasas de política monetaria, los bancos reducen tasas a sus usuarios y desde Asobancaria suscribimos las metas del Gobierno en términos de financiamiento a la economía popular”.

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