Jair Bolsonaro aseguró este lunes que aceptará el resultado de las elecciones presidenciales de octubre si son “limpias y transparentes”, en una inhabitual entrevista en el noticiero de mayor audiencia de Brasil.

El líder ultraderechista ha cuestionado sin pruebas la fiabilidad de las urnas electrónicas en Brasil, alimentando temores de que pueda desconocer una eventual derrota frente al favorito en las encuestas, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Preguntado sobre si respetará los resultados sea cuales fueren, Bolsonaro respondió: “Los resultados de las urnas serán respetados siempre y cuando las elecciones sean limpias y transparentes”, dijo, repitiendo varias veces la misma frase ante la insistencia del presentador.

Bolsonaro fue entrevistado en el Jornal Nacional del grupo Globo, uno de los más críticos de su gestión y, a su vez, blanco del mandatario cuando suele atacar al periodismo.

En sus casi cuatro años de gobierno, Bolsonaro ha priorizado medios afines y pequeños y, esencialmente, sus redes sociales como forma de comunicarse con la población.

Durante los 40 minutos de entrevista, Bolsonaro defendió sus ataques pasados al sistema electoral -- asegura que en los últimos comicios de 2018 hubo fraude -- afirmando que apenas buscaba “transparencia”.

Sin embargo, adoptó un tono más moderado a la hora de referirse a la justicia y aseguró que la relación con el presidente del Tribunal Superior Electoral y miembro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, muy tensa hasta hace poco, está “pacificada”.

El ultraderechista negó además haber cometido errores durante la gestión de la pandemia, que ha dejado más de 680.00 muertos en Brasil, pese a haber tildado el virus de “gripecita” y desdeñado las medidas de distanciamiento y la vacunación.

El presidente de Brasil dejó ver que llevaba escritas en la palma de su mano izquierda cuatro palabras: “Nicaragua”, “Argentina”, “Colombia” y “Dario Messer”, un financista condenado en la operación anticorrupción Lava Jato. Ninguno de los temas fue abordado.

En 2018, el entonces candidato había hecho lo mismo y la imagen de su mano con las palabras “Dios”, “familia” y “Brasil” viralizó en redes sociales.

Lula, de 76 años, lidera la carrera electoral con 47% de la intención de voto contra 32% de Bolsonaro, de 67 años, según un sondeo del Instituto Datafolha publicado el jueves pasado.

El equipo de Fact-check de la AFP constató que pese a que Bolsonaro dijo que Brasil tal vez sea el “único país del mundo con deflación”, al menos otros ocho países registraron una caída en los precios en julio.

También dijo no haber insultado nunca a los jueces del Supremo Tribunal Federal, pese a que tildó a Moraes de “canalla” el 7 de septiembre de 2021, verificó el equipo de la AFP.

La crítica de Lula a Bolsonaro: “es una copia mal hecha de Trump”

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo este lunes que su principal rival en las elecciones de octubre, el mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, “es una copia mal hecha” de Donald Trump, con quien lo comparó por cuestionar el sistema electoral y difundir falsas informaciones.

En su primer encuentro con la prensa internacional desde que lanzó su candidatura, el izquierdista, favorito en los sondeos, prometió en Sao Paulo hacer del cambio climático una “prioridad” y restablecer las relaciones internacionales que Bolsonaro tensó durante su mandato, si gana las elecciones.

“Estoy convencido de que en Brasil el resultado electoral será acatado sin ningún cuestionamiento”, aseguró Lula, consultado sobre el riesgo de que Bolsonaro no acepte una eventual derrota.

Bolsonaro “ha mentido, ha difundido noticias falsas, ha desafiado a las instituciones (...) es una copia mal hecha de Trump”, dijo Lula, en referencia a los cuestionamientos del expresidente estadounidense durante la campaña y después de ser derrotado por Joe Biden en los comicios de 2020.

“Trump también intentó evitar aceptar el resultado. (Sus seguidores) intentaron invadir el Capitolio. Y tuvo que ceder”, añadió Lula, que vistió traje y corbata, un atuendo inusual para el exlíder sindicalista.

Bolsonaro ha cuestionado sin pruebas la fiabilidad de las urnas electrónicas en Brasil. Aunque el sábado moderó el tono al afirmar que, de no ser reelegido, el resultado “se respeta”.

Lula, de 76 años, lidera la carrera electoral con 47 % de la intención de voto contra 32 % de Bolsonaro, de 67, según un sondeo del Instituto Datafolha.