Se trata del líder histórico del Ku Klux Klan, David Duke, quien lanzó el 18 de julio su campaña al Senado de Estados Unidos. En un video publicado el viernes en YouTube, este pidió “respeto por los derechos de los europeo-americanos” y comentó con orgullo que “Trump y la mayoría de los americanos están tomando los estandartes que yo defendí por años”. Razones no le faltan para alabar al magnate, quien en mayo dudó varias horas en rechazar su apoyo, simulando que no sabía de quién se trataba. De cualquier modo, Duke se subió al tren de Trump. Y hasta ahora nadie lo ha bajado.